
Anticipo: las memorias de Beatriz Sarlo, en un texto íntimo
Adoré Buenos Aires antes de saber, o de reconocer, que se puede adorar una ciudad con la misma intensidad con que se ama a un ser humano. Nunca pude abandonarla por más de seis meses seguidos, ni siquiera durante la dictadura militar. Si me tenían que agarrar, que fuera acá y que todo terminara. Adoré…