Tata Benítez con Olé: de los «picados con Maradona» al «podemos ganarle a River» como DT de Riestra

De lo más profundo del Ascenso hasta la Primera División. Así se desarrolló la carrera de Gustavo Benítez, quien logró todo en Deportivo Riestra, se convirtió en ídolo y hoy cumple el «sueño» de ser el técnico del primer equipo. «Nací para esto y tomo el protagonismo que tengo», afirmó emocionado desde un sillón del predio de La Candela, donde alguna vez se sentó Diego Maradona. Ahora, piensa en River, con un equipo que tendrá que estar «despierto y concentrado» para sacar el partido adelante…

Después de un largo e intenso entrenamiento, el Tata recibió a Olé en el Speed Camp y explicó que todavía se está adaptando a «esta nueva etapa» pero que, conoce «la matriz del club y se hace todo mucho más fácil». Por ahora, el título es de interino tras la salida de Cristian Fabbiani pero aseguró: «Pienso en el día a día. Después se verá más adelante cuál es la decisión del club. Acá, más allá de ser interino, asumo el rol en el que estoy porque sé que tengo mucha responsabilidad atrás y estoy preparado para hacerlo».

Y claro, el fixture no fue el más accesible desde que asumió. «Nos tocaron rivales fuertes, el último campeón de la Recopa, que fue Talleres, también fuimos a Santiago contra Central Córdoba que es el último campeón de la Copa Argentina. Creo que los enfrentamos bien. De Santiago nos podríamos haber traído los tres puntos con el gol que nos anularon a lo último. Viene saliendo lo que estamos laburando desde hace bastante tiempo».

-Se va a manejar con una ansiedad que vamos a intentar controlar. Y sí, obviamente que se le puede ganar. Hay una realidad que marca que es un equipo que va a pelear el campeonato, que viene de jugar una final, que tiene al mejor técnico y los mejores jugadores de la Argentina, entonces veremos cómo podemos tener un buen plan de partido para sacarlo adelante.

-Se empezó a generar eso de que somos fuertes de local, que es una realidad. Los rivales ahora nos vienen a jugar de otra forma y lo notamos. El año pasado venían y se exponían un poco más. La marca Riestra de local ya está marcada. Es un orgullo y reconforta a la hora del trabajo que venimos haciendo. Damos una muestra de humildad y sacrificio, con jugadores que vienen de abajo, que tiene hambre, se puede equiparar. Obviamente no vamos a ir a dar 50 toques y definir, pero creo que trabajando y pensando con estrategias se puede.

-¿Con eso pueden ganarle a River?

-Enfrentamos a jugadores y técnicos de mucha jerarquía, jugadores que vienen con una historia impresionante. River tiene jugadores que vienen de salir campeones del mundo y nosotros, con nuestra base del Ascenso, queremos competir y estar a la altura.

Tata Benítez se transformó en un emblema del club de Villa Soldati. Ascendió desde la B Metropolitana hasta la Primera División, siendo capitán en la mayor parte de todo ese transcurso. Además, debutó en la Liga Profesional de la mano del Ogro Fabbiani y luego pasó a ser manager de la institución. Hoy, tiene el respaldo de la dirigencia y sus ex compañeros en su nuevo rol como DT. «Me emociona porque soy una persona que viene muy de abajo», admitió.

Además, a corazón abierto, contó: «Soy de una familia de siete hermanos varones que la vino luchando. Una familia muy futbolera con mi viejo y, en su momento, cuando mi madre estaba también. Haber llegado hoy donde estoy, estar dirigiendo un plantel de Primera División, estar compitiendo con grandes equipos, me da orgullo a mí y a mi familia».

Diego Maradona fue una de las figuras cercanas más importantes en la historia de Deportivo Riestra. Como verdadero «padrino» del club, se lo vio en innumerables ocasiones dentro de la institución y luciendo la camiseta del Malevo, dejando una huella imborrable.

-Gracias al club tuve la oportunidad de conocerlo, tengo muchas anécdotas con él acá. Venía siempre y nos dejaba muchos mensajes a los jugadores. Es el número 1, es una persona que de chico uno tenía como ídolo y lo sigue teniendo obviamente. Haberlo conocido fue una experiencia única y lo tenemos siempre con nosotros, lo sentimos cerca. Era un compañero más. Al principio, nosotros queríamos mantener una distancia porque no sabíamos cómo iba a reaccionar, pero en ese sillón que está ahí al lado tuyo, nos hemos sentado a tomar mates, a ver partidos de él, te contaba anécdotas. En el día a día era como un compañero más, no se quería ir, se quedaba con nosotros a tomar mates, a entrenarse.

Y claro, Diego se calzaba los botines ni bien veía la oportunidad… «Hemos jugado muchos picados con él. Una vez habíamos jugado un sábado, después de una larga pretemporada de aproximadamente dos semanas y nos llamó para jugar un partido un domingo y nos veníamos todos. Queríamos estar con el Diego. Pasaba la familia a segundo plano, pero era Maradona», contó.

Además, expresó: «Yo jugaba para él. Era muy competitivo, no le gustaba perder. Lo disfrutábamos mucho. Ganábamos siempre. Era un genio, quería juntarse con los jugadores todo el tiempo. Siempre fue jugador, lo sentía así. Le gustaba el ida y vuelta con el jugador, charlar y cargarlo».

-Al principio, cuando llegué, me costó adaptarme a todo lo que era la parte estructural del club, pero ahora lo disfruto. Es una disciplina que la vengo teniendo hace más de 10 años, que me cambió un poco la cabeza en el día a día. Es una rutina diferente. Hay que ser disciplinado, es importe tener un orden continuo. Cuesta porque a veces viene jugadores que no lo traen y nosotros intentamos de adaptárselo. Nosotros llegamos muy temprano, tratamos de llegar una hora antes de empezar el entrenamiento. Tratamos de formar una familia.

–Creo que si hacemos bien las cosas y logramos un colchón de puntos para salir de la zona de abajo, nos vamos a mantener dentro de esos famosos ocho. Hoy está todo muy parejo, cualquiera le gana a cualquiera. No nos podemos relajar. Ojalá podamos clasificar dentro de los ocho, sería un objetivo en segundo plano. Esas cosas pueden llegar si somos conscientes que etamos en Primera desde hace un año y cuatro meses, y no es fácil. Fue un cambio muy brusco: al principio nos costó muchísimo hasta que entendimos cómo teníamos que jugar, que cada partido es una final. Por momentos había que faltarles el respeto a los rivales en el buen sentido. Después se verá con el trabajo de más adelante, pero sin desviarnos de nuestro primer objetivo que es mantener la categoría.

En cuánto a su nueva posición, Tata admitió que lo «pasional» lo desarrolló de chico pero que en lo táctico intentará implementar cosas personales «sin modificar tanto lo que se venía haciendo porque el trabajo de Cristian (Fabbiani) era bueno». También expresó: «Obvio que también adaptándome a los jugadores que tenemos. Son jugadores que vienen del Ascenso, jugadores que vienen con una matriz de trabajo hace años. En la B Nacional entendíamos que podíamos jugar al límite, porque si no jugábamos así así no íbamos a llegar al final. En cambio, acá en Primera, no podés jugar al límite porque te quedas con ocho jugadores».

Por último, detalló sus características: «Soy de vivir mucho el encuentro, termino el partido desgastado como si hubiese jugado pero me voy acostumbrando. Intento ser un jugador más, que los chicos me vean como uno más para poder ayudarlos. El jugador necesita que alguien lo vaya ayudando sin llenarlo de cosas”.