Portada » El rol inaudito del meme: alimentan y difunden las teorías conspirativas, dice un estudio antropológico

El rol inaudito del meme: alimentan y difunden las teorías conspirativas, dice un estudio antropológico

Investigadores de la Universidad de Bath, Reino Unido, identificaron al uso del meme como un factor fuertemente influyente en la circulación de discursos engañosos y teorías conspirativas. Además, se definió que la cuna de la mayoría de los memes está en foros de Reddit, que es de donde se extrajo el material para analizar.

544 memes compartidos en dos subreddits conspirativos interconectados sobre COVID-19 entre 2020 y 2022 es la base del estudio. Entre ellos aparecen los famosísimos memes Crying Wojak, NPC Wojak, Soyjaks vs. Chads y Daily Struggle/Two Buttons. Los reconocerás por las imágenes. Todos ellos se editan con el mensaje que se desea compartir, cuyo texto se basa en la difusión de una cosmovisión, en este caso, de teorías conspiranoicas cuya misión es esparcir la verdad y abrir los ojos de aquellos que no la ven.

450_1000 El rol inaudito del meme: alimentan y difunden las teorías conspirativas, dice un estudio antropológico En este meme, Daily Struggle/Two Buttons, se difunde la teoría de que las vacunas afectan la salud de las personas de manera negativa.

El meme es, en esencia, una representación cultural y constituye el principal “lenguaje de internet para comunicar narrativas en formatos simples y compartibles”, según indica el estudio. Para entenderlos, no hace falta mucho más que contexto: son accesibles para la mayoría y apelan a las emociones.

Emily Godwin, la autora principal del trabajo, concluye: “Los memes juegan un papel importante en el refuerzo de la cultura de las comunidades de teóricos de la conspiración en línea. Los miembros gravitan hacia los memes que validan su visión del mundo conspirativa y se convierten en una parte importante de su narración. Su formato simple y compartible permite la rápida propagación de creencias dañinas”.

Por eso, puede ser también un arma para comunidades extremistas y devotas de las conspiraciones, que se ven a sí mismas como una minoría que revela “lo que realmente estaría sucediendo”. Lo que realmente estaría ocurriendo normalmente tiene que ver con armamentos secretos, descubrimientos científicos avanzados, tejes políticos y, hoy, más que nunca, con la salud pública.

En los últimos años, ha venido circulando en redes sociales y plataformas de internet una cantidad asombrosa de desinformación en torno a las vacunas, las pastillas psiquiátricas y los procesos médicos en general. El rechazo hacia la vacuna contra el Covid-19 es un buen ejemplo de ello.

450_1000 El rol inaudito del meme: alimentan y difunden las teorías conspirativas, dice un estudio antropológico Este meme cuestiona la gravedad del Covid-19 y la cantidad de casos difundidos por los gobiernos.

También tenemos la atribución de desastres naturales como la DANA, en Valencia (España) y las recientes inundaciones en Bahía Blanca a una supuesta manipulación del clima perpetrada por el proyecto HAARP (Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia, en español) que se encarga de estudiar a la ionósfera.

Cómo actúa la confianza ciega en la credulidad

El problema podría anidar en que no hay contexto, y como somos constantemente bombardeados con información, no nos detenemos a cuestionar la que se nos aparece y a investigar un poco más del tema. En un entorno donde no podemos ser expertos en todo y no hemos sido educados para combatir la desinformación, esta tiene muchas más posibilidades de volverse viral.

Las personas más vulnerables ante la desinformación disfrazada de memes son, justamente, aquellas que tiene menos capacidad para reconocer falsedades, y los desconfiados, que son “más susceptibles al pensamiento conspirativo”, según recoge un estudio publicado en PLOS Global Public Health por Michal Tanzer y equipo del University College de Londres. Al depositar confianza en cualquier fuente, se saltean los procesos de verificación y actualización de un tema.

Esto también lo concluyó un equipo de la Universidad Estatal de Pensilvania en un estudio publicado en Nature Human Behavior, al realizar un análisis de más de 35 millones de publicaciones durante tres años en Facebook. Los investigadores encontraron que alrededor del 75% de los contenidos se comparten sin ingresar antes al enlace. De esta forma, por ejemplo, los contenidos políticos extremos, tanto de derechas como de izquierdas, se redistribuye de esta forma más que los temas neutrales.

Fuente: Xataka.com.ar

Share this content:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *