Sorpresa en River: Charly García se llevó la diez y cenó en el Monumental

«El maestro en casa”. Un tuit hecho estrofa. Una foto. Una sonrisa que ilumina. Una #10 en sus manos que musicalmente le queda pintada. Un honor mutuo. Para River, tenerlo ahí, en uno de los balcones del restaurante del club que da al campo de juego. Y para el propio Charly García el estar ahí, en ese estadio. El que tanto cambió desde aquellos 60 en los que se hizo definitivamente gallina -antes le tiraba San Lorenzo, al que dijo que “traicionó” al conocer a su definitivo amor futbolero.

Charly García estuvo comiendo en Banda, el restó que fue inaugurado hace un año y medio y en el que el máximo ícono del rock argentino decidió ir a cenar. El club, según explicaron desde Núñez, no dudó en agasajarlo: le estampó una camiseta con el dorsal más emblemático y se lo entregó antes de posar para esa JPG que rápidamente se viralizó en las redes sociales ligadas a River. Al compás de los recuerdos que el músico contó, aquellos que lo vincularon con el fútbol y -especialmente- con su cuadro de (casi) toda la vida.

Porque buena parte de sus 73 años, Charly los pasó alentando a River. Aunque de pibe iba a ver a San Lorenzo al Gasómetro de Avenida La Plata y en el 2009 sorprendió apareciendo en la cancha de Atlanta para ver un partido ante Almirante Brown, García es gallina.

“Lo empecé a ver en los 60, era un equipazo. Ermindo y Daniel Onega, Antonio Carrizo, Pinino Más. Por ellos iba a la cancha. A veces solo, a veces con amigos. Como no teníamos plata, entrábamos cuando abrían las puertas en el segundo tiempo”, le contaba a Olé en 2013. Entrevista en la que también reveló que sufrió como muchos el descenso de 2011, viviéndolo “como el Tano Pasman”, aquel recordado fana que se hizo viral por sus descargas ante la tevé.

Charly hizo match con River tanto como con Luis Alberto Spinetta. Otro símbolo del rock nuestro de verdad con el que hubo química al tocar y también al momento de alentar al cuadro que tanto les tiraba. Con colaboración del Flaco para el fuero indumentaria. “Le pedía camiseta de River a Luis porque yo siempre perdía o me robaban las que me daban“, contó hace un tiempo el propio García. El que sobrevivió a la tragedia de la puerta 12 en junio de 1968 en el Monumental –“Nos dimos cuenta de que estábamos en medio de la hinchada de Boca y nos fuimos: caímos en la tribuna de River y por eso me salvé”, supo revelar el músico. Ese hombre que trasciende fronteras, generaciones y hasta empatías futboleras. Tanto que en 2001 terminó siendo ovacionado por los hinchas de Boca en la despedida de Maradona. Otro diez. Como él en la música. Como la camiseta que se llevó de un estadio que anoche lo disfrutó.

Aunque en los últimos años fue internado en varias oportunidades por cuadros gripales agudos, quemaduras y problemas de caderas; y se encuentra en silla de ruedas y con poca movilidad fina, el cuadro actual de salud de Charly es estable. Y se ve reflejado en sus ganas por seguir componiendo: en los últimos meses, sacó su nuevo álbum «La lógica del escorpión».