El celular se convirtió, desde su implementación en la sociedad, en un dispositivo multifunciones en el que agendar eventos, encontrar amistades y parejas y, principalmente, consumir entretenimiento, conocimiento e información. Los smartphones hoy lo contienen todo, o por lo menos actuamos como si así fuera. Es por eso que en Argentina las horas que le dedicamos a su uso incrementa año tras año. Y se ha convertido en un no muy buen hábito diario.
En la región latinoamericana, el ranking lo lidera Brasil, con 9 horas de uso promedio al día. Le sigue Colombia, con 7. Y el tercer puesto es para Argentina, con nada menos que 6 horas. Los datos provienen del reporte Global Digital 2024, elaborado por Meltwater y We Are Social.
En el informe, se puede ver también que en 2024 se contabilizaron 40 millones de usuarios de internet en Argentina, lo que significa una penetración de internet del 88.4%. Respecto a las redes sociales, a principios de ese año, el país contaba con 31.30 millones de usuarios que las utilizaban, lo que equivale al 68.2% de los argentinos. Son números enormes, teniendo en cuenta que el último censo (2022) reveló que la población total es de 46.65 millones.
![450_1000 Malos hábitos para los argentinos, pasamos en promedio unas 6 horas usando el celular](https://i.blogs.es/95c52f/uso-del-internet-segun-paises/450_1000.png)
Cómo se utiliza el celular en Argentina y qué efectos tiene en la salud
Además de utilizar las plataformas de mensajería tanto para el estudio, como el trabajo y las relaciones sociales, los argentinos también las utilizan para demás cosas súper cotidianas como ver películas y realizar compras sin moverse de casa.
Si nos centramos en los destinos más visitados de internet, quienes se llevan el primer puesto son las redes sociales y las plataformas de mensajería. De hecho, más del 97% de los adultos conectados las utilizan cada mes, según indican los datos más actuales del Global Digital 2025. Y, bueno, en Argentina esa tendencia no se aleja para nada: también son las más usadas, y de todas ellas, la que predomina es WhatsApp, con un 93% del porcentaje de usuarios de internet de entre 16 y 64 años.
Este fenómeno está claramente impulsado por la ampliación de la conectividad en el territorio, con su consecuento acceso masivo a internet. Si bien la mejora en la accesibilidad digital es positiva para las poblaciones, también está el lado B: los efectos negativos sobre la salud, y son muchos.
Además, según un informe del INDEC, a partir de los 18 años, los argentinos utilizan más el celular que la computadora. Desde entonces, hay una fuerte dependencia hacia estos dispositivos. Como lo señala un documento del área de Educación del Gobierno porteño, el 45% de los estudiantes se sienten ansiosos si no tienen cerca sus celulares. Esto tiene que ver con un neologismo del que seguro escuchaste hablar: Fear Of Missing Out (FOMO), que significa que los adolescentes (y cada vez más adultos) sienten presión por estar disponibles constantemente en redes sociales, contestando mensajes, interactuando y consumiendo contenidos.
![450_1000 Malos hábitos para los argentinos, pasamos en promedio unas 6 horas usando el celular](https://i.blogs.es/ff0b21/conectividad-movil/450_1000.png)
Sin dudas, todo esto impacta directamente en la atención y en el aprendizaje. Al respecto, el uso del celular ya se reguló en las escuelas del distrito, siguiendo el ejemplo de algunos países europeos. Eso por no mencionar que los adolescentes también son más sensibles a desarrollar trastornos de salud mental, como está pasando con la ludopatía en menores de edad.
En definitiva, Internet puede ser un buen lugar para generar comunidades, pero también sabemos que hay espacios muy hostiles, y, para colmo, últimamente algunas redes sociales y aplicaciones están dando rienda libre a los discursos de odio. Asimismo, la desinformación y la circulación de fake news se fortalece cada vez más.
Es así que una investigación publicada en JAMA Pediatrics afirma que aquellos adolescentes que pasan más de tres horas diarias en redes sociales tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud mental que tienen que ver con los estándares inalcanzables que se proponen desde el contenido que consumen. Estos estándares no solo se basan en la belleza física, sino en el autocuidado como algo aesthetic y posteable en las apps. Al final, los influencers terminan compartiendo sus vidas como casos de éxito, que sus seguidores internalizan y tratan de imitar, lo que generan una sensación de insuficiencia e insatisfacción que daña la autoestima y la autoimagen, y puede provocar patologías graves.
Por otro lado, tenemos otro tipo de efectos secundarios que tienen que ver con la luz azul de las pantallas. Esta luz artificial, a la larga, desequilibra el ritmo circadiano e interfiere con la producción de melatonina, la hormona responsable de regular el sueño. Como consecuencia, provoca insomnio, fatiga crónica, estrés y trastornos del estado del ánimo, por nombrar algunos.
Es vital señalar que, en general, todas estas alarmas se indican en torno a los adolescentes y jóvenes adultos, pero la edad no es una barrera para evitar caer en estas tendencias. Un hábito más saludable, y que no restringe el uso del celular por completo, es utilizar temporizadores personalizados para cada app, según lo necesites.
Fuente: Xataka.com.ar
Share this content: