Los tatuajes de Aníbal Moreno que son furor entre los hinchas de River: Dragon Ball Z, El Chavo y más

Es un refuerzo que, sin duda, está dando bastante que hablar entre los hinchas de River. Aníbal Moreno, por la importancia que tuvo en Palmeiras en estos últimos dos años, la jerarquía que tiene y todo lo que le puede dar a un mediocampo que viene siendo una zona problemática, viene siendo tendencia en estos últimos días por la ilusión que genera. Aunque el combo futbolístico que ofrece, en su caso, se complementa con otro que también levanta comentarios: sus tatuajes.

Algo que lógicamente poca relación directa tiene con lo que puede ofrecer dentro del campo, pero que por los diferentes dibujos que se hizo en tinta a lo largo de su vida le llegó a buena parte de la gente. Por ejemplo, en su brazo derecho, que está tatuado prácticamente en su totalidad, tiene un par de Dragon Ball Z, una serie de animé japonesa que marcó a buena parte de una generación de jóvenes.

Si bien nunca se pronunció públicamente ni en redes sobre su fanatismo por este programa televisivo, no cuesta mucho imaginar que su infancia en Catamarca tuvo algún que otro Kame Hame Ha: bien grandes desdel el hombro hasta el final del bíceps se encuentran Gokú y Vegetta grabados para siempre en la piel de este talentoso y sacrificado volante de 26 años.

Sin embargo, no es lo único. Cerca de los personajes de Dragon Ball conviven otros de una serie bastante más añeja y muy popular: El Chavo del 8. Sí, en la parte posterior del brazo, en forma de caricatura, Moreno tiene al propio Chavo, Quico y Don Ramón en la vecindad. Y un poco más arriba, la que evidentemente es su merienda favorita: un alfajor de maicena y un mate.

Todo esto se pudo ver en diferentes fotos que el jugador subió a lo largo de su carrera a sus redes y a las que tiene ya con los colores de River. En el otro brazo, por su parte, hay cosas fuera de la ficción: tiene tatuadas algunas flores que forman parte de una manga y unas cruces y un Jesús bastante grande, reflejo de su religión.

Como no podía ser de otra manera, en la pierna derecha también tiene bastante tinta este todocampista que llegó a cambio de u$s 7 millones por la totalidad del pase y firmó contrato por cuatro años con la cláusula de rescisión de 100 millones de euros: tiene escritos Chini y Brisa (la hermana) y se puede observar también el dibujo de un león sobre una rama en la selva.