Palermo con Olé, a 25 años de la epopeya de Boca vs. Real Madrid: «Lo que logramos es cada vez más grande»

Ese goleador implacable, ese héroe eterno, ese súper hombre que cambió la historia de aquel 28 de noviembre del 2000, hoy está luchando a capa y espada por otra hazaña. Los 25 años de aquella noche mágica japonesa que lo inmortalizó para siempre hoy lo encuentran en Brasil, batallando con su Fortaleza en la dura pelea con el Santos de Neymar por zafar del descenso.

Pues bien, si aquella vez pudo en Bocacon Casillas, Hierro, Roberto Carlos, Figo y Raúl, por qué no pensar que también el astro brasileño se rendirá ante el hoy Martín Palermo DT. Como fuera, el recuerdo de aquella gesta lo encuentra en ese contexto de guerrero que el Loco siempre tuvo. “Acá andamos, dando pelea, es un campeonato tremendo”, le dice a Olé antes de meterse en la puerta de la gloria.

El aniversario simbólico, las famosas bodas de plata, no lo sorprenden. Y es lógico, desde entonces cada 28 de noviembre para Palermo es una especie de cumpleaños. Aunque en este caso es uno especial, uno que agiganta todavía más esa epopeya. “La realidad es que cada vez que pasa más tiempo, más valor e importancia le doy a lo que conseguimos en aquella Intercontinental ante el Real Madrid”, arranca diciendo el hombre que dejó su huella para siempre en esos dos goles en apenas tres minutos (uno a los 3’ y otro a los 6’).

Es cierto, a medida que avanza el almanaque, aumenta la nostalgia. Pero a su vez, lo que le da trascendencia a lo conseguido, es que nunca más un equipo pudo ganarle al Real Madrid una final del mundo. Entonces, aquella victoria pone a ese equipo de Carlos Bianchi en un lugar icónico, por el poderío que tenía esa formación Merengue y también por la forma en la que el Xeneize le ganó: en tiempo regular, con los dos martillazos de Palermo y una actuación descomunal de Juan Román Riquelme, hoy presidente del club.

“La dimensión es cada vez más grande con el tiempo, eso le da más importancia a la final que ganamos. Justamente, porque es muy difícil de conseguir o de repetir. Lo que logramos fue una locura”, dice justamente él, el Loco, el hombre que hizo estallar al pueblo xeneize, que lo llevó a su cielo más celestial, a una épica de la que todavía se habla con orgullo, con el pecho inflado,incluso hasta con emoción.

Palermo asegura que no es de ponerse a ver los goles porque sí. “Sólo lo hago cuando se recuerda la fecha o cuando me lo pasan en algún programa”, le dice a Olé sobre cómo se le viene a la mente esos dos golazos, el primero tras un desborde de Delgado y el segundo, tras un pase de 50 metros de Riquelme.

No hay dudas de que esa gesta lleva su cara. O por lo menos, su grito de gol. Es cierto que fue obra de todo ese súper equipo del Virrey, que venía de ganar la Copa Libertadores apenas cinco meses antes. Pero el Titán será por siempre el verdugo del Real Madrid en Tokio y también la cara de una de las mayores gestas de la historia del fútbol argentino.

Como dijo Martín, el tiempo parece dimensionar todavía más aquella conquista. Y el propio ex goleador contó hace unos años lo que le dijo en ese mismo momento, tras sus dos goles, el árbitro colombiano Oscar Ruiz. “’No te das cuenta de lo que hiciste’, me dijo en ese momento. Y la verdad es que fue todo tan rápido que era imposible ponerme a pensar todo lo que iba a generar esos dos goles en el después. En ese momento ni me imaginaba lo que había hecho”, sostuvo en declaraciones a Líbero, de TyC Sports.

En ese mismo programa, Palermo también reveló cómo fue la previa a ese choque contra el gigante europeo. “Teníamos un equipo enfrente muy poderoso, con jugadores a nivel mundial. Pero estábamos muy seguros, muy convencidos de lo que nos jugábamos. En el túnel estábamos a cara de perro, no había sonrisas, se sentían los tapones en el piso. Salimos a comerlos desde el primer minuto”, relató de esos minutos que luego le darían paso a la gloria eterna.

Está claro que ahí estuvo el sello distintivo de ese Boca. Más allá de la categoría de sus jugadores, en el hambre que tenía el equipo. “Queríamos seguir haciendo historia. Lo que habíamos logrado con la Libertadores no era suficiente”, contó también el Titán.

En definitiva, ese fuego sagrado, esa gesta, esa hazaña, cumple este viernes 25 años. Cada día más grande, sí.