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Arsénico en el agua: Qué diferencias existen entre el suministro de red y de pozo en Argentina

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El debate sobre la presencia de arsénico en el agua vuelve a tomar relevancia en varias regiones del país, especialmente en localidades que dependen de napas subterráneas para su consumo diario. Aunque el fenómeno es natural y está asociado a la geología argentina, su impacto varía según el tipo de suministro y los controles disponibles, por lo que especialistas recomiendan mantener una vigilancia constante.

Las zonas donde el arsénico supera los límites recomendados

El director de Ingeniería Química del ITBA, Jorge Stripeikis, explicó que en amplias áreas de la Argentina las concentraciones de arsénico superan las 10 partes por billón (PPB) sugeridas por la Organización Mundial de la Salud como límite seguro. Esto ocurre principalmente en:

  • Localidades del interior de la provincia de Buenos Aires
  • Regiones del sur de Córdoba
  • Sectores de Santa Fe
  • Zonas rurales que dependen exclusivamente de agua subterránea

Según la investigación del ITBA, más del 90% del arsénico presente en acuíferos argentinos corresponde a la variedad menos tóxica, el arsénico cinco, aunque esto no elimina la necesidad de controles regulares.

Las diferencias entre el agua de red y el agua de pozo

Stripeikis aclaró que la calidad del agua depende en gran medida del origen del suministro. El agua superficial utilizada por los sistemas de red —proveniente de ríos y lagos— suele estar libre de arsénico, ya que estas fuentes no presentan el mismo nivel de infiltración geológica que las napas.

En contraste, el problema más frecuente aparece en aguas subterráneas extraídas por pozos domiciliarios, donde las concentraciones de arsénico pueden ser significativamente más altas y variables.

Qué distingue a cada tipo de suministro

Agua de red

  • Procede de fuentes superficiales (especialmente el Río de la Plata).
  • Está sometida a controles estrictos de AySA y otras operadoras provinciales.
  • Las empresas públicas garantizan que cumple con los parámetros internacionales de calidad, incluso en zonas donde las napas presentan niveles altos.
  • Recibe cloración para asegurar su inocuidad microbiológica.

Agua de pozo

  • Proviene de napas del acuífero pampeano o del puelche.
  • El acuífero pampeano, más superficial, es el más afectado por arsénico.
  • Su calidad química es generalmente estable, pero puede variar según la profundidad.
  • No está sometida a controles sistemáticos, salvo cuando el usuario envía muestras para análisis.
  • Puede superar los 50 PPB, un nivel que no debería consumirse sin tratamiento previo.

Los riesgos sanitarios asociados al arsénico

La exposición prolongada al arsénico presente en el agua puede derivar en hidroarsenicismo crónico regional endémico (HACRE), una enfermedad vinculada al consumo sostenido de agua contaminada. Entre los efectos más documentados se encuentran:

  • Cáncer de piel, pulmón y vejiga
  • Lesiones cutáneas
  • Problemas respiratorios
  • Alteraciones cardiovasculares y neurológicas

El especialista subrayó que, aunque entre 10 y 50 PPB no hay evidencia contundente de efectos adversos, estos valores sí exigen vigilancia continua.

Por qué el arsénico está presente en las napas argentinas

Stripeikis explicó que el arsénico se incorporó al subsuelo argentino a lo largo de miles de años debido a procesos vinculados a la formación de la cordillera de los Andes. Las cenizas volcánicas y las sedimentaciones facilitaron la infiltración del contaminante en las napas.

Hoy, el arsénico se encuentra principalmente en dos formas:

  • Arsénico tres, la más tóxica
  • Arsénico cinco, la menos tóxica y predominante en el país en proporción 9 a 1

Estas variedades se mantienen estables durante décadas, aunque pueden variar según el tipo de acuífero y la profundidad del pozo.

Las localidades más afectadas y las respuestas implementadas

Varias comunidades de la provincia de Buenos Aires, especialmente a lo largo de la ruta 5 (Mercedes, Chivilcoy, Nueve de Julio, Carlos Casares, Bragado, Pehuajó y Trenque Lauquen), han enfrentado problemas históricos por altos niveles de arsénico.

Para mitigarlo, algunos municipios incorporaron:

  • Ósmosis inversa en plantas de tratamiento
  • Nuevas fuentes de agua superficial
  • Monitoreos periódicos y campañas de concientización

El mapa interactivo elaborado por el ITBA permite identificar zonas de riesgo y enviar muestras domiciliarias para análisis gratuito.

La importancia del monitoreo continuo

El especialista remarcó que una vez que se conoce el nivel de arsénico en un pozo, es clave realizar controles cada año. Si se modifica la fisonomía del terreno, se incrementan los consumos o se perfora a nuevas profundidades, los análisis deben repetirse con mayor frecuencia.

AySA y los laboratorios nacionales trabajan en la capacitación de profesionales para diferenciar las dos formas de arsénico y garantizar mediciones precisas.

Además, el ITBA continúa recibiendo y analizando muestras enviadas por los ciudadanos, reforzando el rol de la comunidad en la vigilancia sanitaria.

Fuente: InfoZona

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