Asistencia perfecta: 72 horas después, otra función de Messi

Ni el rival ni el escenario estuvieron a su altura, pero la conexión entre Messi y la pelota está más allá de cualquier circunstancia. Otro en su lugar te trota la cancha, juega para cumplir, pero Leo Messi es capaz de abstraerse y jugar, sobre todo si de la Selección se trata. Y jugó.

Messi participó en cinco de los seis goles de la Selección. En el primero, metió una bomba en el travesaño, que después del rebote la tomó Nico González para una volea, que en el trayecto Alexis metió la cabeza para convertir. En el segundo, fue una asistencia perfecta, pinchando la pelota para Cachete Montiel, que definió cruzado. Y en el tercero, abrió perfecto la pelota a Nico González, que se la baja al Flaco López, quien a su vez la acomoda para la llegada de Mac Allister y su doblete. En el cuarto, habilitó otra vez a Nico, para otro centro y el gol de Lautaro, y cerró con otro pase gol: un suelazo para el Toro, que metió su doblete. Así, Leo tuvo su premio, ya que con sus dos pases gol (segundo y sexto goles) se transformó en el máximo asistidor de la historia de las selecciones, con 60. Superando, así, a Landon Donovan y Neymar, que quedaron con 58.

Pero no fueron jugadas aisladas, en todo momento el capitán argentino buscó juego, asociaciones, para darle ritmo al ataque de la Selección, por más que la diferencia entre un equipo y otro fuera abismal. Pudo haber metido un par de goles: el citado tiro en el travesaño previo al primer tanto, y en el inicio del segundo tiempo tuvo la más clara, en un pase delicioso de De Paul para la cabeza de Leo, que gana en lo alto y le metió el frentazo abajo, que sacó muy bien el arquero Cutler, que le volvió a sacar otro gol a los 28 del complemento tras recibir un pase de De Paul y enganchar dos veces para la zurda.

Y Leo, que no jugó en el primer partido ante Venezuela, pero que sí estuvo para el Inter Miami (se disputó un día después) en la goleada ante Atlanta United en la que marcó dos goles y disputó los 90 minutos. Y, como no podía ser de otra manera, el capitán se negó a dejar la cancha, también se bancó todo el partido y de alguna manera compensar el faltazo anterior, con una actuación muy por encima de lo que se hubiera esperado. Así es él…