El ya clásico encuentro incluye una selección de largometrajes que van de lo popular a lo autoral, atravesando géneros, estilos y tonos. Serán dieciséis films en total, sin contar los cortometrajes dirigidos por jóvenes cineastas que, como todos los años, se presentan bajo el rótulo Next Generation Short Tiger 2025.
Bodas de plata para el vínculo entre los espectadores porteños y el Festival de Cine Alemán en Buenos Aires. El veterano encuentro anual que todos los meses de septiembre reúne un puñado de realizaciones recientes producidas en el país europeo, más algún clásico en versión restaurada, sopla veinticinco velitas y lo celebra con una edición que, por primera vez en su historia, incluirá una película sorpresa de la cual sólo se sabe que dura 102 minutos y que será presentada por su director, uno de los invitados de esta edición. El resto de la programación fue anunciada hace algunas semanas y, como siempre, incluye una selección de largometrajes que van de lo popular a lo autoral, atravesando géneros, estilos y tonos. Serán dieciséis films en total, sin contar los cortometrajes dirigidos por jóvenes cineastas que, como todos los años, se presentan bajo el rótulo Next Generation Short Tiger 2025. El festín cinematográfico comienza este jueves y continuará durante una semana, hasta el miércoles 24 inclusive, en el habitual espacio del complejo Cinépolis Recoleta.
Para Gustav Wilhelmi, responsable en nuestro país de German Films, el organismo oficial encargado de difundir el cine alemán en todo el mundo, además de fundador y director del festival en todas sus entregas, esta edición 25° aniversario es muy especial. “Es como llegar a un tercio de vida. Comenzamos en 1999 con un festival muy chiquito, en el cine Lorca, aunque en esa ocasión contamos con la visita de Doris Dörrie, que en ese momento presentaba su película ¿Soy linda? Durante las primeras ediciones, cada vez que el festival llegaba a su fin nos preguntábamos si tendríamos otra. Y así, en un primer momento cada dos años y luego de forma anual, ya mudados a las salas del barrio de Recoleta, fueron pasando las ediciones. Supongo que algo habremos hecho bien, ya que tenemos espectadores muy fieles, lo cual nos permite mantener la calidad de la programación”.
Este año el Festival de Cine Alemán abrirá oficialmente su programación con Riefenstahl, el notable documental de Andres Veiel, el director de la recordada (al menos por el público más cinéfilo) Black Box BRD. Como su nombre lo indica, el film es un retrato de la actriz y realizadora alemana Leni Riefenstahl, cineasta de enorme talento y artista oficial del régimen nazi durante los años 30 y más allá. La autora de dos grandes clásicos del cine documental germano: El triunfo de la voluntad y Olympia. Veiel recorre la vida y la obra de la realizadora, que falleció en 2003 a los 101 años, desde su etapa como actriz en las películas “de montaña” de Arnold Fanck –todo un género en sí mismo durante el período mudo y comienzos del sonoro– hasta sus años como documentalista interesada en la vida oceánica y su trabajo en África con tribus originarias. De todas formas, el centro de Riefenstahl gira alrededor de su “hermosa y horrible” existencia, para utilizar un término tomado de otro documental centrado en su figura, y las inevitables polémicas que la acompañaron durante el resto de su vida.

En ese sentido, uno de los aspectos más destacables de este documental es el acceso al archivo personal de Riefenstahl, además de la inclusión de tomas de backstage de diversas entrevistas realizadas a lo largo de su carrera, que incluyen no una sino varias instancias de discusiones y enojos ante la “impertinencia” de los entrevistadores. La pregunta acerca de si es posible separar a la obra del artista –cuestión que hoy, en la era de las cancelaciones, está más en tensión que nunca– es esencial en esta película que abre el festival y que será presentada por uno de sus montajistas, quien además conversará con el público al término de la proyección. “Leni Riefenstahl es uno de los personajes más controvertidos de la historia alemana”, detalla Wilhelmi. “Por un lado, se trata de una mujer increíble que fue escaladora, piloto de avión, cineasta. Por el otro, la gran agente de propaganda del nazismo”.
Otro de los títulos indispensables de esta edición es Espejos n°3, el último largometraje de Christian Petzold, uno de los grandes cineastas alemanes contemporáneos, que se verá en calidad de preestreno. Luego de Cielo rojo, el realizador vuelve a narrar una historia enigmática con trasfondo rural, en este caso protagonizada por Paula Beer en el rol de Laura, una mujer que, tras un accidente en la ruta, sale ilesa pero despojada de su pasado, como si el impacto hubiera fracturado no solo el parabrisas del auto sino su propia identidad. Laura es recibida por una figura maternal en una casa cercana al lugar de incidente, inicio de una serie de rutinas familiares y, a la vez, extrañas, ajenas. Con su habitual maestría para entrelazar lo cotidiano con lo misterioso, con dejos hitchcockianos pero muy lejos de intentar armar un rompecabezas lógico, en Espejos n°3 Petzold crea un tapiz de reflejos quebrados que remiten a la melodía de Ravel que le aporta el título al film, un juego de espejos que multiplica el misterio alrededor de la protagonista.
Gustav Wilhelmi recuerda que Petzold ha formado parte en varias ocasiones de la programación del festival que dirige. “Lo mismo podemos decir de Andreas Dresen, que esta año regresa a las pantallas locales gracias a Con amor, Hilde, la historia de una joven que, durante los años del ascenso del nazismo, su opuso al régimen y tuvo que pagar un alto costo por ello luego de ser capturada por la Gestapo”. La historia de Hilde Coppi, una joven que encuentra en el grupo de resistencia antinazi Orquesta Roja su lugar en el mundo, es también la historia de su romance con Hans. Los tiempos de encierro con un embarazo a término y el nacimiento de un hijo sientan las bases de un relato que “rinde homenaje a una mujer olvidada por la historia oficial y que representa a tantas otras que lucharon desde el anonimato al desafiar al totalitarismo”, según consigna la sinopsis oficial en el sitio oficial del Festival de Cine Alemán.
Del cine histórico al drama de enfermedad terminal. En Me muero, ¿vienes? el realizador Benjamin Kramme retrata los difíciles días de Nadine, una madre joven que padece un cáncer terminal. Internada en un hospicio y bajo cuidados paliativos, la protagonista extraña la vida junto a su pequeño hijo y discute acaloradamente con su madre, en un film que le escapa en gran medida a los golpes bajos y los excesos sentimentales. La ópera prima de Kramme, actor con una importante trayectoria en su país de origen, está basada en historias reales, punto de partida de un guion que se acerca a cuestiones dolorosas con sensibilidad y una gran interpretación de Jennifer Sabel –a su vez coguionista– en el rol central. En Al filo de la noche, otro debut en la realización que fue estrenado el año pasado en el Festival de Venecia, el director alemán de origen turco Türker Süer se le anima al thriller militar. Con el marco del fallido intento de golpe de estado de 2016, la película sigue a Sinan, un teniente leal al régimen que debe escoltar a su hermano hacia un tribunal militar, acusado de criticar a sus superiores y desertar del ejército.
“Este año, como cierre del festival, volveremos a exhibir un clásico mudo con música ejecutada en vivo. Es algo que solíamos hacer, pero que hace un par de años tuvimos que dejar de lado por los altos costos. Pero el aniversario merecía recuperar la idea, y gracias al apoyo del Goethe-Institut proyectaremos Los Buddenbrook, una película de 1923 dirigida por Gerhard Lamprecht y basada en una novela de Thomas Mann. Una de las perlitas del festival, sin duda”. El film, un clásico de los estudios UFA muy alejado de las tonalidades del expresionismo, fue restaurado recientemente por la Deutsche Kinemathek y sus imágenes, que retratan la decadencia de una familia burguesa en el Lübeck del siglo XIX, será musicalizada in situ por el dúo integrado por César Lerner y Marcelo Moguilevsky.
La programación del 25° Festival de Cine Alemán en Buenos Aires se completa, entre otros títulos, con Mañana seré valiente, de Bernd Sahling, un relato de crecimiento (y enamoramiento) protagonizado por un niño de doce años, Shahid, de la iraní afincada en Alemania Narges Kalhor, un particularísimo musical político que tuvo su estreno mundial en la Berlinale, y Sad Jokes, comedia protagonizada por un cineasta gay que cría un hijo junto a una amiga, pero que de pronto se ve obligado a dejar de lado otras ocupaciones y preocupaciones para encargarse del chico a tiempo completo. Lo dicho: un festín variado y rico que pretende, como las veinticuatros ediciones previas del festival, tomarle el pulso a la producción cinematográfica germana y compartir un puñado de sus historias con el público local.
*25° Festival de Cine Alemán. Del 18 al 24 de Septiembre en Cinépolis Recoleta.
Programación completa, días y horarios en https://cinealeman.com.ar/
Entradas a la venta en https://www.cinepolis.com.ar/
Fuente: Página12
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