El retrato íntimo de Guillermo sobre Bianchi: «En las concentraciones…»

Son dos nombres pesados, dos que durante su paso por Boca dejaron un camino tuneado de azul y oro por el continente. Que hoy también vuelven a encontrar sus caminos en Liniers. Con Guillermo Barros Schelotto como actual DT. Y Carlos Bianchi por su pasado de gloria. Alumno y maestro. Maestro y alumno. Y un retrato íntimo de cómo fue ser dirigido por el Virrey, el cariño, el respeto y una cámara llena de matices.

Schelotto lo define con claridad. “Era particular. No era un entrenador que te volvía loco con información del rival”, empezó diciendo el actual DT del Fortín sobre Bianchi en una charla con la Conmebol Libertadores.

Y agregó que, en lugar de eso, las concentraciones tenían otro tinte, eran otra cosa: “Muchas veces más que hablar de fútbol, hablaba de cosas que estaban alrededor del futbolista. De la familia o de cosas por hacer”. Una forma distinta de estar cerca, cuidando más al hombre que al rival de enfrente.

Pero esa tranquilidad, lejos de relajar, exigía compromiso. “El entrenamiento era fuerte, duro, y durante el partido era serio. No permitía que te relajaras. Pero después, en la concentración, sí. Era muy tranquilo, pero también serio», tiró el Melli sobre el DT con el que tocó la gloria con Boca: tres Copas Libertadores entre el 2000, 2001 y el 2003.

El Virrey tenía dos facetas: una visible dentro de la cancha y otra que trapaleaba su perfil en los entrenamientos, al punto de usar como referencia a un viejo conocido del futbol mundial. «Nos contaba una anécdota de Cruyff, que no me acuerdo, pero me acuerdo que decía: que no te pase lo de Cruyff. Y era que no llegues tarde porque no jugabas», cerró.