Trágica noticia. Leonardo Ferragut, un nombre que resonaba en el Coloso Marcelo Bielsa desde los 8 años, cuando salía de la mano de leyendas como Mario Zanabria, el Mono Oberti y Santiago Santamaría en la antigua cancha de Newell’s, murió este miércoles en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez de Rosario tras agonizar más de un mes por una brutal golpiza.
Todo comenzó el 5 de noviembre, cuando el hombre de 51 años, fue a ver a su equipo contra Huracán. Pero lo que prometía ser una tarde de fútbol y pasión terminó en tragedia. En inmediaciones del estadio, tuvo un altercado con el encargado de un carrito en Avenida Pellegrini y Avenida Pueyrredón. Según testigos, un chiste malentendido o una vieja bronca detonaron la situación. Ferragut fue empujado, cayó al suelo y ahí comenzó el horror: al menos diez personas lo rodearon y lo golpearon con saña. Una tormenta de trompadas y patadas lo dejó cuadripléjico e irreversible.
«No tenía problemas con nadie»
Leonardo era un laburante. Hacía changas, vendía en la cancha, y con su historia en Newell’s, era querido por los hinchas. Su familia, devastada, exige justicia: «Él no tenía enemigos. Fue a ver al equipo de su vida como hacía siempre. Desde que le pegaron, nuestra vida se convirtió en una pesadilla».
La paliza brutal encontró su punto más crítico en la médula de Ferragut. Había sido operado de la columna hace unos años, y esa vieja cicatriz fue la que terminó perjudicándolo aún más. Murió después de pelear más de un mes en terapia intensiva, asistido por un respirador.
¿Quiénes serían los responsables?
La causa, ahora caratulada como «homicidio», está en manos del fiscal Patricio Saldutti, quien citó a testigos y busca pistas en las cámaras de seguridad de la zona. Sin embargo, la familia denuncia graves irregularidades: «Ni los policías en la cancha ni los del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) hicieron actas. Nos enteramos que estaba internado por casualidad», aseguraron.
El abogado Marcos Cella, que sigue el caso, espera que las imágenes y los testimonios arrojen luz sobre los agresores. La violencia que sufrió Ferragut no solo golpea a su familia, sino también a toda la comunidad leprosa que lo vio crecer como mascota y jugador de reserva. Hoy, Newell’s despide a un hincha de alma, pero su familia reclama que la Justicia haga su parte.
Fuente: Olé.com.ar
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