Portillo usará el dorsal de un histórico que no es tenido en cuenta por Gallardo

Tras completar los trámites formales y posar para las fotos de presentación, Juan Portillo tuvo su primer entrenamiento junto al plantel en el Camp. River compartió un video en sus redes donde se lo ve sumándose a la práctica con sus nuevos compañeros. Las imágenes llamaron la atención de los hinchas por un detalle puntual: el mediocampista lució la ropa de entrenamiento con el número 5.

Ese número, hasta hace poco en manos de Matías Kranevitter —quien ya no es tenido en cuenta por el cuerpo técnico—, será ahora la nueva dorsal de Portillo en el club. Más que una simple elección de camiseta, la decisión marca un símbolo dentro del plantel: el 5 es históricamente un número fuerte en River y todo indica que, más allá de la polifuncionalidad que le pueda llegar a dar Marcelo Gallardo, Portillo llega para ocupar un rol importante en el mediocampo.

«Para mi carrera profesional es un salto muy grande y un momento especial para mí y la familia por la historia de este club”. Sus declaraciones, junto con la actitud solemne con la que pisó por primera vez el césped del Monumental durante la sesión de fotos, dejaron en evidencia el compromiso con el que Juan Carlos Portillo asume el desafío de estar River, que para él es “un gran club acostumbrado a pelear cosas importantes”. Ahora bien, el camino ya empezó. Tras resolver los trámites burocráticos, se puso los cortos y comenzó a entrenarse en el Camp con un objetivo claro: recuperarse lo antes posible de una tendinitis en el cuádriceps derecho que lo dejará afuera del partido del domingo (20.30) ante San Lorenzo.

“Estar en este proyecto me hace feliz”. Esa felicidad que expresó Portillo en el video oficial por llevar el escudo de River parece ir en sintonía con la forma en que Marcelo Gallardo y su cuerpo técnico lo recibieron: conscientes del malestar físico que arrastraba desde su regreso a los entrenamientos con Talleres, el entrenador de River, junto al cuerpo médico, decidió darle el tiempo necesario para recuperarse, nivelarse físicamente y comenzar el reacondicionamiento, proceso que inició apenas llegó a Ezeiza.

Sin embargo, hasta ahora no ha sido un año en el que Portillo haya estado demasiado tiempo parado. Esta molestia representa su segunda lesión en un período en el que, pese a este contratiempo, llegó a River con buen ritmo de competencia. En el primer semestre, más allá del bajo rendimiento de Talleres, logró consolidarse como una de las figuras del equipo: disputó 18 de los 23 partidos de la T en la temporada, y sólo se ausentó en cuatro por un esguince de tobillo (en el partido restante no fue convocado).

Para comenzar a disfrutar de este “salto muy grande” y concentrarse en “pelear cosas importantes”, Portillo deberá afrontar su primer gran reto en River: recuperarse plenamente para poder debutar en óptimas condiciones. Por eso, a diferencia de Galarza Fonda, empezó a trabajar con un plan de entrenamiento diferenciado desde el primer día. En el mejor de los casos, JCP podría estar disponible para los 16avos de final de la Copa Argentina frente a San Martín de Tucumán (el 2/8 a las 21.10 en Santiago del Estero); si no llega a tiempo para ese compromiso, entonces su objetivo será llegar en condiciones para la cuarta fecha del Clausura, cuando River visite a Independiente (el 9/8 a las 16:30).