Cuando Franco Mastantuono apretaba el botón de publicar a su mensaje de despedida en Instagram, los hinchas de River ya habían hecho el duelo, y más que eso: ya estaban ilusionados con quien puede ser su reemplazo directo. En todo caso, si es o no su relevo en el 11 lo decidirá Marcelo Gallardo: pero Juan Fernando Quintero, de él hablamos, tiene el peso futbolístico y también simbólico como para tapar el vacío que deja la salida de la nueva estrella del Real Madrid. Juanfer va camino a River, sí: él mismo activó el regreso y se comunicó con su amigo y poco menos que padre durante su carrera que es MG y con la venia del entrenador que ya lo quiso en diciembre ahora sí el operativo está en marcha.
Así fue siempre JFQ en los mercados: él decide dónde jugar y sus transferencias se cierran mucho antes en su cabeza que en los papeles. Por eso el colombiano ya piensa en el CARP, ya se prepara con el foco de la Copa Libertadores a corto plazo y el Mundial de 2026 en el mediano. Él ya concretó su llegada a Núñez: ahora quedará para sus agentes, para los directivos de River, los del América y los inversores que lo llevaron a Cali desanudar en números y contratos cómo será concretamente su vuelta a la Argentina.
El héroe de Madrid deberá a partir de ahora conseguir su desvinculación de un club con el que firmó por tres años en enero con el apoyo de terceros que se irían a hacer cargo de buena parte de su salario y que en estos meses ya acumulan una deuda millonaria con él: o rompe el contrato por ese incumplimiento, como ya hizo en 2022 cuando dejó el Shenzhen FC chino (un año después, la FIFA falló a favor de Juanfer) para retornar al CARP o River termina pagando un costo bajo por la ficha. En cualquier caso, en paralelo en las oficinas del Monumental tendrán que liberar un cupo de extranjero para facilitar el tercer ciclo de Quintero: la inminente salida de Bareiro a Fortaleza dejará un casillero que será ocupado por Lucas Cepeda y en los próximos días podría haber novedades por la eventual salida de Matías Rojas y/o Gonzalo Tapia, que casi no tuvieron actividad en estos seis meses por cuestiones físicas y de rendimiento, respectivamente.
Lo cierto es que Juanfer ya está con el foco en el club que marcó su vida deportiva. Después de unos días en Italia, el zurdo ya se entrena pensando en River y lo hace con el preparador físico de su amigo, la estrella internacional francesa Paul Pogba.
A los 32 años, Quintero se siente en uno de los mejores momentos físicos de su carrera y tiene apuntada su preparación para estar pleno en el comienzo de los playoffs de la Libertadores (el 14/8, la ida de octavos ante Libertad en Asunción) y para llegar con continuidad al Mundial de Estados Unidos, México y Canadá en un año. Desde su círculo sostienen que no es casualidad, en ese sentido, que en el primer semestre de 2025 no solo haya sido clave para el América sino que de los 21 partidos que jugó haya completado los 90 minutos en 15, el 72%.
River Plate –
El entrenamiento de Juanfer Quintero en Miami
Video: Instagram
En el medio, claro, y después del terremoto que fue el pase de Salas para las relaciones entre las directivas de River y Racing, quedará en la órbita el acuerdo de caballeros que hizo Quintero con la CD de Milito al momento de dejar Avellaneda: “Cuando se abre el mercado siempre está mi nombre relacionado con River. No es un secreto que hicimos un pacto de caballeros con Diego (Milito), Sebastián Saja y la gente de Racing. Diego sentía que si yo me iba a River… A él no le caía muy bien, entonces le dije que yo no iba a ir a River, por lo menos en ese momento porque mi decisión era volver a Colombia. El pacto fue que no volvería en un determinado tiempo. Hubo acercamientos en diciembre, pero todo el mundo sabe la decisión que tomé para estar cerca de mi familia. Con el paso de los días veremos qué pasa”, decía JFQ hace dos meses. Ese “determinado tiempo” era un año en el ideal de Racing, que no lo quería como competidor en esta Copa Libertadores, pero el contexto cambió: hoy su situación familiar, con la salud de su mujer como prioridad, mejoró y los inversores que lo llevaron al América le fallaron. Por eso, también, sus últimos posteos elocuentes en Instagram. “No es personal, son solo negocios”, citó el colombiano a la película El Padrino antes de publicar otro mensaje: “Nadie hará tanto por ti como tú”. Es que el posible regreso de JFQ está motorizado por él mismo, que desechó una posibilidad jugosa del fútbol árabe en los últimos días y que llamó al Muñeco. Y el deté, para quien siempre fue una debilidad, abrió las puertas. River siempre fue el deseo de Juanfer: incluso antes de pasar a Racing (aún sin la vuelta de MG) lo fue y no encontró la recepción que esperaba. Con casa en BA y tierras en Mendoza, Argentina además siempre fue un proyecto a futuro para él, que hasta fantasea con un futuro en el CARP como manager.
Será todo un desafío para Quintero el regreso a un River que en todos estos años casi no suma casos de éxito en la política de repatriación de sus ex figuras. En ese punto, el de Juanfer parece ser un ejemplo excepcional: su actualidad, su último paso decisivo por la Academia e incluso su segunda etapa en Núñez, donde iluminó a un equipo con pocas luces en 2022, son un certificado de calidad en sí mismos para un futbolista que muchas veces fue suplente con la Banda pero que aún así fue determinante. Hoy, por caso, River tiene un plantel lleno de jugadores pero casi sin ninguna variante: en el banco no suele haber últimamente nadie que cambien la ecuación.
Por lo demás, suplente o titular, la llegada de Quintero representaría un golpe de efecto para el equipo y para el hincha, que lo amará por siempre por el gol a Boca en el Bernabéu pero que también se ilusiona con más capítulos para esta historia de amor.
Fuente: Olé.com.ar
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