Hoy el nombre de Maximiliano Salas está en boca de todos y es el gran protagonista del mercado de pases del fútbol argentino por la conflictiva salida de Racing y la posterior llegada a River. Sí, pero esto no fue siempre así: el delantero por el que en Núñez pagarán 8 millones de euros (valor de la cláusula de rescición), salió de abajo y dio sus primeros pasos en el fútbol de Ascenso.
Claro, es que el delantero oriundo de Curuzú Cuatiá, llegó a Buenos Aires con apenas 13 años para empezar su carrera como futbolista. Lo hizo solo, siguiendo el sueño de ese niño que jugaba en su Corrientes natal, dejando el hogar de una familia humilde, donde hasta incluso debió trabajar de delivery y peón de albañil para dar una mano cuando la cosa no andaba fácil.
Y la realidad es que, según le contó el propio Salas a Olé en 2024, el camino deportivo también fue complicado, con obstaculos que superar: pasos breves por las inferiores de Boca, Argentinos Juniors y Racing, antes de llegar a All Boys, donde terminó su formación y posteriormente tuvo el estreno profesional.
El paso de Maxi Salas por el Ascenso con All Boys
Corrían los primeros días del 2016 cuando el atacante, que por aquel entonces tenía apenas 19 años y era «el pibe de la pensión», empezó a hacer ruido en el primer equipo de All Boys: firmó su primer contrato y, bajo el ala del histórico Pepe Romero, tuvo su debut el 31 de enero, en el triunfo 1-0 frente a Chacarita en Floresta, por la fecha 1 del campeonato del Nacional 2016.
De ahí en más, su nivel fue en alza de manera constante: con el correr de los partidos se asentó y en 2017/18 se convirtió en una pieza clave para el Albo en la Segunda División. Tal es asi que a mediados del 2018, con seis goles y tres asistencias en 37 partidos, abandonó el conjunto blanquinegro para emigrar a O’Higgins de Chile.
El resto de la carrera del nuevo refuerzo de River
Los años posteriores a All Boys, encontraron a Maximiliano en Chile y México: primero, en el curso 2018/19, en O’Higgins, donde duró apenas una temporada (14 G + A en 29 PJ), luego tres temporadas en Necaxa (11 tantos y seis pase gol en 87 encuentros) y el regreso al país andino para vestir la casaca de Palestino (18 gritos y una buena cantidad de asistencias).
Tras el último buen paso por el fútbol chileno, donde lo conoció a Gustavo Costas, el propio deté se lo llevó a Racing en 2024, por una cifra cercana a U$S 1.200.000. En La Academia cambió dudas por certezas, se ganó el cariño de la gente y la rompió: 24 contribuciones al gol, campeón de la Copa Sudamericana 2024 y Recopa Sudamericana 2025.
De ahí en más, historia conocida: el interés de River, el llamado de Marcelo Gallardo, la cláusula de rescición y todo lo que se generó en las últimas semanas por su llegada al Millonario. ¿Seguirá en este nivel el pibe que salió del Ascenso y supo maravillar a todo el fútbol argentino a base de potencia, entrega, garra y goles?

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Fuente: Olé.com.ar
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