Merentiel, una bestia Mundial: golazo infernal y ovación

Fue una definición propia de un futbolista de categoría internacional. Miguel Metentiel hizo explotar el Hard Rock Stadium de Miami con un golazo infernal que sorprendió a propios y extraños. Por su aceleración. Por su cambio de ritmo. Por su gambeta indescifrable. Y por su excelsa definición, con calidad premium, para sentenciar el 1-1 transitorio ante el poderoso Bayern Munich. Iban 20 minutos de la segunda etapa cuando el delantero recibió un pase de Alan Velasco. Con el arco a unos 45 metros de distancia, el uruguayo puso quinta a fondo, encaró con determinación hacia el área, le ganó en velocidad a Tah, dejó en el camino a Stanisic con un toque sutil de derecha, pisó el área y, cuando el arquero Manuel Neuer salió a achicar, exhibió toda su clase para sentenciar el empate parcial con la cara interna del botín derecho, combinando la dosis justa de potencia y precisión. Fue el primer gol que sufrió el Bayern Munich en la historia de los Mundiales de Clubes. Nunca le habían convertido en los ocho partidos anteriores que había disputado en esta competición.

La Bestia le hizo honor a su apodo. No sólo por su enorme inversión de sudor. Dejó todo, pero además de su sacrificio también jugó y supo optimizar recursos en un partido en el que, en general, recibió la pelota muy lejos del arco rival. Con su grito, que más allá del resultado fiinal quedará grabado en los libros de historia de Boca por la jugada y por la magnitud del rival, pudo desquitarse un poco. Es que en la previa la FIFA le había sacado un gol que le habían adjudicado en la primera fecha del Grupo C ante Benfica (2-2), ya que en un video se apreció que Nicolás Otamendi la tocó, por lo que se consideró que fue en contra al defensor. Esta vez, el atacante charrúa se dio el gusto de meter un gol en el Mundial de Clubes ante un adversario de la elite del planeta fútbol.

Nota en desarrollo…