La bebé tenía diagnóstico prenatal de mielomeningocele y nació en el Día del Padre, este domingo 15 de junio, a las 3:35 de la madrugada en el Hospital Garrahan. Tras ser operada en la semana 27 de gestación, dio a luz en la 36. Se trata de una intervención compleja que requiere capacitación especial y una altísima precisión quirúrgica para proteger el sistema nervioso central del bebé.
En Argentina existen solo dos precedentes en hospitales públicos: una se realizó en el Hospital Fernández, por profesionales del Hospital Austral, que ofrece este tipo de intervenciones desde 2015 para pacientes con cobertura social. El segundo caso sucedió en la ciudad de Córdoba. El Garrahan es el primero en su naturaleza de hospital pediátrico público.
Intervenciones que no se realizan en todo el mundo
La intervención intrauterina se realizó el 9 de abril con un equipo de 25 profesionales integrado por cirujanos, neurocirujanos, obstetras, anestesistas, instrumentadoras y enfermeras junto a profesionales instructores de Curitiba, Brasil, que llevan realizadas 150 cirugías fetales, expusieron el útero fuera del cuerpo de la madre para reparar la lesión espinal del feto. La operación duró casi cuatro horas.
Luego, en la cesárea realizada este domingo último, participaron 21 profesionales, entre neonatólogos, obstetras, cirujanos, especialistas en cuidados críticos maternos y enfermeros. Inicialmente estaba programada para el 17 de junio, pero la madre rompió bolsa en vísperas del día del padre, y el equipo del Garrahan se puso en marcha inmediatamente.
El diagnóstico de la beba y la capacitación del equipo
El mielomeningocele es una forma severa de espina bífida que afecta el cierre del tubo neural durante las primeras semanas del embarazo, cuando muchas mujeres aún desconocen su estado. Puede ocasionar discapacidad motora, pérdida de control de esfínteres y riesgo de hidrocefalia. En Argentina se presenta en alrededor de 1 cada 1.500 recién nacidos.
Sin embargo, con la cirugía prenatal se ha demostrado que estas complicaciones se pueden reducir y mejorar significativamente la calidad de vida del niño.
Por su parte, la obstetra, ginecóloga y especialista en medicina fetal Analizia Astudillo, quien estuvo a cargo de la cesárea y de la operación prenatal, contó:
“Sentí una satisfacción inmensa de cerrar un ciclo, yo me formé para esto, para desarrollar salud fetal en un hospital público pediátrico y para achicar la brecha entre pobreza y discapacidad”, se sinceró, y destacó que “con esta cirugía le mejoramos las posibilidades de desarrollo motor futuro a la paciente”.
La profesional fue una de las especialistas que se capacitó en el Hospital de Clínicas de Curitiba, Brasil, con amplia experiencia en cirugías fetales. Este mismo equipo, financiado por Fundación Garrahan, viajó a Buenos Aires a participar de la intervención fetal realizada a la paciente en abril.
Javier González Ramos, el cirujano que realizó el cierre del defecto en la cirugía prenatal, declaró: “Este procedimiento, de altísima complejidad, representa un avance fundamental en el abordaje de patologías congénitas antes del nacimiento y abre nuevas posibilidades para mejorar la calidad de vida desde etapas muy tempranas del desarrollo”.
De las intervenciones, participaron por el Programa de Diagnóstico y Tratamiento fetal también los profesionales: María Soledad Arbio, jefa de clínica del Área de Terapia Intensiva Neonatal, las obstetras Daniela García, Federico Coria, becario, especialista en medicina Fetal, Gastón Senyk, del Hospital Argerich, Natalia Basualdo, especialista en obstetricia crítica, los anestesistas Janet Barrientos y Natalia Flores y la terapista de adultos especialistas en obstetricia crítica, Mariana Kirshbaum.
Fuente: Xataka.com.ar
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