Rivero, en el podio de rendimiento para el cuerpo técnico y pispeando la lista de Scaloni

Lautaro Rivero pasó de regresar a su casa de Núñez como refuerzo por la cláusula de repesca luego del alto nivel que mostró durante su préstamo en Central Córdoba de Santiago del Estero a convertirse sorpresivamente en uno de los jugadores que, según el parecer del cuerpo técnico, integró el podio de los que tuvieron mejor rendimiento en River en un magro segundo semestre de 2025.

El pibe de 22 años y 1,85 de altura no sólo superó la expectativa de Marcelo Gallardo y sus asistentes sino que, dentro de un plantel repleto de figuras de selección y de gran experiencia en la zaga central como Germán Pezzella, Lucas Martínez Quarta y Paulo Díaz, se ganó el cariño y el respeto de los hinchas de inmediato. Y lo logró en gran medida por personalidad, carácter y temperamento para no sentir el peso de la camiseta pero también por su versatilidad y sus cualidades defensivas, más allá de que haya salido en la foto de algún gol rival en partidos clave como la serie de cuartos de la Copa Libertadores contra el Palmeiras.

El marcador central nacido en Moreno y formado en la cantera de Núñez se acopló rápido y con naturalidad a un fondo de mucha jerarquía que nunca se consolidó como garantía de seguridad para blindar el área propia y el arco de Franco Armani. Ese rendimiento, en el contexto de un equipo que reflejó grietas en todas las líneas y no estuvo a la altura de las exigencias del CARP en ninguna de las competencias que disputó, potenció la imagen positiva de LR13 en River de tal manera que lo llevó a ser convocado por Lionel Scaloni a la Selección en la fecha FIFA de octubre para los amistosos ante Venezuela y Puerto Rico (fue su debut con la celeste y blanca en la Mayor al ingresar en los segundos 45’), en un puesto en el cual el deté nacional busca alternativas de recambio para el Mundial que se avecina.

Justamente, la posibilidad de meterse en la lista de 26 futbolistas para la inminente Copa del Mundo obliga a Rivero a elevar su nivel en el semestre que viene e, incluso, a evitar una transferencia en este mercado de pases, a pesar de que los sondeos que existen desde clubes alemanes por el zaguero.

Porque el pibe es consciente de que está frente a una oportunidad única y que, en principio, tiene el camino allanado para ratificar sus cualidades en un equipo diezmado en el fondo: Pezzella se recupera de la rotura de ligamento en su rodilla izquierda y recién estará en condiciones de volver a jugar en plenitud en el segundo trimestre, en el mejor de los casos, y Paulo Díaz fue desplazado del plantel por el Muñeco. Así, a pesar de que MG pretende un futbolista de categoría para reforzar la cueva, Rivero arrancará la pretemporada como una fija entre los titulares y con el desafío de continuar con la evolución que desarrolló desde su vuelta al club que ama y que lo formó como futbolista tras sus pasos por Ferro y Vélez y mientras vendía alfajores en la estación de su barrio para ayudar a su familia.

Con hambre de gloria y guapeza para no esquivarle al roce físico y el intercambio verbal con delanteros picantes como Maravilla Martínez y Vítor Roque, al que jugó un total de 1.157 minutos en 16 partidos con la Banda desde agosto hasta la eliminación del Clausura en el Cilindro frente a Racing lo moviliza seguir creciendo. Por eso, con 36 juegos en Primera y una Copa Libertadores sobre el lomo (la primera fase en el Ferroviario y los octavos y cuartos en River), Rivero se presenta como el canterano con mayor proyección para lograr una consolidación definitiva en el equipo de Gallardo, fundamentalmente por su rodaje y por su templanza para jugar con garra, solidez y agallas para no ser devorado por la presión, aunque lógicamente aún necesita un salto de calidad para ser el segundo central zurdo que tanto desea el Muñeco y que nunca consiguió en su segundo ciclo con el buzo de DT millonario.

Un desafío que, de Rivero desde la cuna, Lautaro afronta con el corazón y con su fortaleza mental buscando cumplir el sueño del pibe.