Gonzalo Marinelli, el héroe inesperado de Independiente Rivadavia en la final de la Copa Argentina

La Copa Argentina acostumbró a dar historias que merecen ser contadas. Equipos inéditos ante gigantes, partidos insólitos y héroes inesperados. Esto último es el caso de Gonzalo Marinelli, el arquero suplente de Independiente Rivadavia que fue fundamental en la final del certamen ante Argentinos Juniors para que la Lepra levante el primer trofeo en su historia.

Marinelli estaba sentado en el banco, viendo a sus compañeros defender con uñas y dientes la ventaja en cancha de Instituto ante un gran equipo como lo es el de La Paternal. Sin embargo, el destino le tenía guardado un capítulo glorioso. Ezequiel Centurion, el uno titular, que venía de romperla toda en la tanda de penales ante River, se lesionó en una de sus muñecas y Gonzalo tuvo que saltar a la cancha de una. Después de unos pequeños movimientos precompetitivos, se puso los guantes y se paró abajo de los tres palos.

Su equipo ganaba 2-1 y aguantaba con dos jugadores menos. Argentinos llegó al empate y la Copa se definió por penales. La Lepra comenzó pateando y en la cuarta ejecución del rival Marinelli dio el paso al frente. Sí, atajó uno, pero técnicamente fueron dos los remates que le contuvo a Tomás Molina, delantero del Bicho. Primero un tiro al medio que aguantó bien su posición, pero el VAR (de buena manera) dijo que se había adelantado. Contra todo pronóstico, volvió a contener el disparo de Molina y puso el match point para su equipo.

En el quinto y definitivo penal, Villa le rompió el arco a Romero y desató la felicidad para Marinelli y sus dirigidos, en otro gran capítulo de la Copa Argentina. Marinelli, de estar sentado en el banco a ser fundamental en un capítulo glorioso para el fútbol mendocino.

El nacido en José C. Paz hizo inferiores en River. Integró el plantel del Millonario que ascendió a Primera en 2012, fue el tercer arquero detrás de Daniel Vega y Leandro Chichizola. En busca de minutos, estuvo a préstamo en varios equipos del fútbol argentino. Atlético de Rafaela, Colón y Huracán fueron sus destinos, pero no llegó ni a diez partidos en los tres equipos.

Fue en Tigre donde encontró su lugar en el mundo. En 2018 llegó al Matador tras su paso por el Sabalero. Estuvo seis años en el club de Victoria. Fue referente del equipo que logró la Copa Superliga ante Boca y el ascenso en la campaña de 2021. Después de 132 partidos, Independiente Rivadavia puso sus ojos en él para ser el arquero titular tras el ascenso a Primera.

Comenzó abajo del arco de la Lepra en la temporada de regreso a la máxima categoría del fútbol argentino. Una lesión lo marginó del primer equipo y la aparición de Ezequiel Centurión también jugó en contra para que sea titular. No obstante, fue titular en el debut de Copa Argentina ante Estudiantes de Caseros, donde volvió a atajar después de nueve meses.

Fue figura ante el Pincha y dijo: «Son partidos de Copa, a todos nos gusta jugar bien pero estos partidos hay que ganarlos, pasar y seguir sumando». Le tocó abrir y, como esa cosa del destino, le tocó cerrar el certamen para Independiente Rivadavia.