Boca, River y la mitad más algunos: quién gana el superclásico en la Bombonera

Los lugares comunes se amontonan cuando se aproximan partidos como un superclásico: «Son partidos aparte», «no importa cómo llega cada uno» y/o «no hay favoritos». Dichos ya populares que se hacen carne, aquí y ahora, para el Boca-River de este domingo en la Bombonera. Pero en toda previa hay situaciones que pesan más allá de que todo se licúa cuando la pelotita empieza a rodar.

Se habló, se habla y se va a hablar del momento de Boca, casi clasificado después de dos largos años a la fase de grupos de la Copa Libertadores. Lo mismo de la crisis deportiva de River, el peor momento con distancia desde que Marcelo Gallardo se transformó en lo que es en dicho banco.

Boca está parado delante de una chance de oro: asegurar su presencia en la Copa 2026 (lo hará con un empate) y dejar a River en una situación compleja e inédita en la última década: sin un lugar seguro en la Coopa 2026.

Sin brillar, Boca consiguió oxígeno con esas dos victorias en cadena como visitante: el 3-1 ante Barracas Central y el 2-1 frente a Estudiantes, cada uno con sus complejidades, pusieron al equipo de Úbeda como líder en el apretado grupo A y segundo -y con aire- en la tabla anual.

Una nueva e indecorosa derrota en el Monumental -la cuarta en su cancha para conformar una racha histórica-, dejaron a River entre la espada y la pared: sexto en su zona y tercero -y apretado- en la tabla anual.

En este contexto, Olé planteó una encuesta con la pregunta puntual de cómo saldrá el superclásico. Y Boca acumula un 54% de preferencias, contra un 32% que vota por River y un 14% que cree que habrá un empate. Todo, con 55 mil votos y contando…

Leandro Paredes en Boca, tras cumplir la sanción por acumulación de amarillas, es una fija para volver al equipo y todos aguardan para ver qué pasará con Edinson Cavani. Mientras que otro campeón del mundo como Gonzalo Montiel estaría disponible en River luego de una pequeña molestia física que le impidió estar frente a Gimnasia (Colidio, desgarrado, es una baja para Gallardo, que espera por Sebastián Driussi en ataque).

Por otra parte, se producirá un hecho poco habitual porque River estranará presidente en el superclásico: será el primer partido del equipo desde que asumió el joven Stefano Di Carlo (este lunes reemplazó a Jorge Brito).