La fuerte banca al Boca de Úbeda en La Plata: de Paredes y Cavani a Riquelme

Estudiantes no es, para Boca, una parada más en su camino a lograr los objetivos del año. A una semana del superclásico, la realidad le puso al equipo de Claudio Úbeda un desafío con premio extra: de ganar, casi que estará poniendo un pie en la próxima Copa Libertadores. Y por eso, el apoyo con el que cuentan quienes defenderán la camiseta este domingo es total.

La mejor muestra de ello es que además de los 24 convocados (y el cuerpo técnico, los auxiliares y la delegación habitual de directivos presentes), en la llegada a UNO se pudieron observar presencias ilustres aún sin que vayan a ser protagonistas del trascendental encuentro.

En primer lugar, del micro del plantel bajaron dos que no pueden estar por lesión. Uno es el capitán Edinson Cavani, aquejado por una distensión en el psoas que ya lo sacó de los anteriores cinco encuentros. El otro es Alan Velasco, lesionado en su rodilla y ya con previsión de volver en el 2026.

Desde un auto particular, inmediatamente después de que el plantel se metiera en el vestuario, bajaron Leandro Paredes y Rodrigo Battaglia. El primero, claro está, suspendido por acumulación de tarjetas amarillas y pensando ya en River. Su ladero en el medio de la cancha, en tanto, con un desgarro que ya lo sacó del partido anterior ante Barracas.

Finalmente, un rato después del resto de la delegación, quien bajó de una camioneta justo en la puerta del estadio fue Juan Román Riquelme, el presidente del club, quien habitualmente desde que ejerce el cargo acompaña al equipo en sus partidos como visitante.

En esta ocasión, como pocas veces en días de juego, su vestimenta marcó un diferencial: encima de su remera blanca se calzó y cerró prolijamente una flamante campera de Boca, con el escudo último modelo que luce también la camiseta xeneize.

Así, todos juntos, los de afuera esperan ansiosos un partido que -de ganarlo- le dará a Boca una ventaja de cinco puntos sobre seis en juego con Argentinos y Riestra, los dos perseguidores que en la tabla anual llegan por debajo de River.

Esto significa que en el clásico estaría dirimiendo si consigue una ventaja decisiva y ya se mete en la fase de grupos de la Copa Libertadores 2026 o, en su defecto, ya tiene casi asegurada la presencia al menos en el repechaje de la competición.