La convicción de Milton Giménez de cara a su revancha más esperada: «El superclásico lo vamos a ganar»

Tal vez sea una obviedad, que para ser el 9 de Boca hay que meter goles y convencer desde la efectividad pero que también la confianza propia es un valor que determina cómo se puede ver desde afuera a quien se carga en sus hombros semejante responsabilidad. Así de complejo fue para cada uno de los que antecedieron a Milton Giménez, quien con un más que interesante registro de efectividad aún sigue en la pelea.

Claro, porque a sus 29 años el delantero no llegó a calzarse la azul y oro con pergaminos suficientes para evacuar dudas en la previa. Y ante las dudas, respondió con goles. Y más goles, y más goles. Siempre, desde su llegada, compitiendo con dos pesos pesado como Miguel Merentiel y -sobre todo- un Edinson Cavani que se debate entre las dificultades físicas y su figura de jugador franquicia.

Y en esta ventana de partidos en la que le tocó volver a la titularidad por la baja obligada del Matador, por primera vez Milton parece haberse puesto en carrera para quedarse definitivamente con el puesto de primer centrodelantero y el responsable del gol en este Boca que lucha por consolidar los últimos objetivos que le quedan en el año.

«Creo que los tres somos nueve quizás bastante parecidos, pero bueno, bastante solidarios, nos llevamos bien, hay buena comunicación», analizó Giménez en Radio Continental, casi entrada la noche de la victoria de su equipo ante Barracas por 3 a 1, en la cual le tocó -una vez más, como ante Newell’s hace algunas semanas- marcar los dos primeros goles de su equipo.

Antes, aún en la cancha, había marcado dónde estaba la vara interna del plantel en cuanto a los desafíos que se le van presentando al equipo: «Tenemos todas finales y hay que jugarlas así. Se notó que tomamos este partido como una final”. Claro que lo era, porque lo numérico rige todo lo que pasa alrededor de Boca, y vaya que lo sabe Milton.

Con 5 goles en cinco partidos como titular en este Torneo Clausura, las estadísticas del 9 xeneize obligan a relativizar los números en cuanto a la diferencia entre su aporte cuando le dan la camiseta titular y cuando no. Es que ya lleva 17 gritos, y su estadística de haberlos convertido en 54 partidos es engañosa.

¿Por qué? Por una simple razón, y es que solamente jugó desde el arranque en 26 ocasiones, lo cual lejos de ser una circunstancia aislada se confirma con los hechos: 15 de esos 17 tantos los hizo en sus partidos en el 11 inicial y sólo dos desde el banco de suplentes. El promedio de gol medido en tiempo neto, en tanto, es de un gol cada 160 minutos. O sea, uno cada menos de dos partidos.

Esa media y las características de las conquistas, siempre arrollador y convincente, lo convierten en una opción más que válida para soñar con un futuro cercano como dueño del puesto, al margen de la competencia que siempre tendrá jugando en Boca. Y siempre pensando en los objetivos próximos, en la cabeza de Giménez aparece un partido especial en el radar.

Ese que casi lo manda directo al corazón de los hinchas, aquel famoso clásico de septiembre de 2024 que en la agonía empató empujando la pelota debajo del arco y que a la postre el VAR le anuló por una mano previa. «El Clásico lo vamos a ganar», se animó a sentenciar Milton con la confianza que le dieron los dos goles en la cancha de Barracas.

Un partido que llegó inmediatamente después de otro en el cual las fallas tanto suyas como de La Bestia dejaron preocupación en cuanto a la eficiencia de los atacantes. Un ítem que en el Chiqui Tapia al menos quedó atrás. «Arrancamos sabiendo que teníamos que ganar sí o sí», confesó. Y tal vez ante esa presión es que florecieron los goles.

«A mi edad tal vez ya no estoy para chocar sólo en todas y correr un poco más. Viene bien otro que ayude por el centro. Y también es bueno jugar con uno por afuera. Depende de cómo se arme el equipo, pero el Chango es un jugador desequilibrante. Si para un 9 lo más lindo es que te llenen de centros…», analizó, abriéndose a los diferentes sistemas que podría integrar en los partidos que se vienen. Y aclaró que la efectividad se logra «teniendo situaciones varias, convirtiendo algunas. No se pueden convertir todas..».

La realidad de hasta dónde llegará Boca en este Torneo no está aún escrita, eso está claro. Pero las metas sí están a la vista, y por eso todos saben que los tres puntos del lunes fueron fundamentales, porque todos tienen en su cabeza el formato de disputa de los torneos: «Por el sistema de puntos, sabíamos que teníamos que ganar sí o sí». Sí o sí. Como la necesidad de Milton de meter goles para seguir su carrera por ser el indiscutido 9 de Boca.