
Las elecciones legislativas de ayer confirmaron el escenario más temido para los partidos tradicionales del extinto Juntos por el Cambio. La Unión Cívica Radical (UCR) y la Coalición Cívica (CC), otrora pilares de la oposición, sufrieron una derrota histórica que los deja reducidos a su “mínima expresión” y enfrentando una crisis existencial que pone en duda su viabilidad futura como fuerzas nacionales.
En una elección dominada por la polarización entre La Libertad Avanza y el peronismo, el “centro” político que ambas fuerzas intentaron representar fue barrido del mapa electoral.
Los resultados son contundentes y reflejan la magnitud del golpe. Según confirma el análisis publicado hoy por La Nación, la UCR verá una drástica reducción en su representación parlamentaria. El partido centenario pasará de tener solo seis diputados en el Congreso Nacional, su peor performance en décadas.
El panorama para la Coalición Cívica es aún más desolador. El partido fundado por Elisa Carrió “no sumó y perdió todo lo que tenía en juego”, según el mismo informe. De las cuatro bancas que defendía en esta elección, no retuvo ninguna. Solo conservará dos diputados (Maximiliano Ferraro y Mónica Frade), cuyos mandatos vencen en 2027. Sus desempeños en la Ciudad de Buenos Aires, su bastión histórico, donde apenas rozó el 1.83% de los votos, y en la Provincia de Buenos Aires (menos del 1%), los dejan en una situación de virtual extinción electoral.
Fragmentación y Crisis de Liderazgo
Esta derrota no solo es numérica, sino también política. La UCR llegó a la elección fracturada en múltiples “tribus” internas, incapaz de unificar un discurso.
El caso más emblemático es el de su presidente nacional, Martín Lousteau, quien compitió en CABA por fuera del sello partidario (con “Ciudadanos Unidos”). Apenas alcanzó el 6% de los votos, quedando en un humillante cuarto lugar, incluso detrás del Frente de Izquierda. Los informes de analistas políticos ya analizaban la “desaparición del radicalismo de evolución” en la ciudad. Se especula que Lousteau ni siquiera integrará el bloque radical en el Congreso.
En la Coalición Cívica, el mensaje de su fundadora, Elisa Carrió, publicado anoche, reflejó la melancolía del resultado: “Felicitaciones a la Coalición Cívica que dio la batalla sabiendo que no íbamos a tener votos”, escribió en X (antes Twitter). “Porque la causa de una Argentina justa y republicana es la razón de nuestra vida, y no nos afecta ni el triunfo ni la derrota”.
Las elecciones de 2025 consolidaron un escenario de extrema polarización que se devoró a las fuerzas moderadas. Sin liderazgos claros, fragmentados y con un caudal de votos mínimo, la UCR y la CC enfrentan el fantasma de la irrelevancia, cumpliendo la profecía de “partidos en extinción” que muchos analistas vaticinaban.
Fuente: InfoZona
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