Tigre conservó el triunfo en los 17′ que completó ante Aldosivi

La lluvia quedó de lado en el mediodía del domingo en Victoria, pero nada cambió en cuanto a lo futbolístico entre Tigre y Aldosivi en los 17′ que se completaron. El Matador conservó la diferencia y volvió al triunfo después de cuatro encuentros frente a un Tiburón que sigue sin ganar en el Clausura y que está cada vez más complicado con la permanencia.

En el poco más de cuarto de hora de juego restante (se jugaron en total 23 minutos con los agregados), el conjunto de Mar del Plata no encontró las herramientas para acortar la distancia con el Matador, que en el primer mini tiempo manejó mejor la pelota y alejó a su rival del arco. Luego, ya en ese segundo mini tiempo, los dirigidos por Guillermo Farré trataron de arrimarse con envíos largos al área de Tigre, pero no generaron jugadas de peligro. Y el 2-0 para los conducidos por Diego Dabove no se alteró.

Se jugaron 73 minutos bajo la lluvia en los que Tigre se impuso con claridad sobre un Tiburón que, lejos de moverse como pez en el agua, sufrió desde el arranque hasta el abrupto final.

La falta de posesión de Aldosivi le dio a Tigre el control de la pelota desde el comienzo. Con toques de un lado a otro, el local desnudó las falencias defensivas de su rival, siempre desordenado para contener los avances. Así, casi sin esfuerzo, llegó el primer gol a los 11 minutos: tras un desborde de Jabes Saralegui y un rebote de Carranza, Nacho Russo empujó la pelota y abrió el marcador.

Aldosivi intentó reaccionar con algunas aproximaciones a través de la pelota parada, pero Tigre nunca perdió el dominio. Y antes del descanso, volvió a golpear: otra genialidad de Saralegui, que filtró un pase entre líneas, dejó a David Romero mano a mano, y el delantero no falló para sentenciar el 2-0.

El hecho de que las precipitaciones aflojaran en el entretiempo le dio a Aldosivi un respiro para arrancar el segundo tiempo: el Tiburón había empezado a tomar las riendas del juego: por las bandas consiguió acercarse al área defendida por Zenobio. Sin embargo, quedó expuesto en defensa: mal parado en los retrocesos, permitió que Tigre explotara esa debilidad y, por esa vía, el Matador estuvo cerca de marcar el tercero hasta el momento de la suspensión.