Cinco para el peso: el desafío de River antes de un mes decisivo

Ahí está River, zigzagueando por esa línea entre el aprobado y el desaprobado que trazó el propio Marcelo Gallardo en la conferencia de prensa posterior al triunfo por penales ante Unión. Los cinco puntos con los que calificó el entrenador al presente de su equipo son un diagnóstico preciso y crudo del Muñeco, que para esta altura de la temporada esperaba que el CARP funcionara bastante mejor como para tener más elementos a los que aferrarse en septiembre, cuando la dificultad suba varios escalones, con Palmeiras como el desafío más bravo, con Racing en lo que será poco menos que una final anticipada por Copa Argentina y con la definición de la fase regular de la liga que deberá meterlo por tabla anual en la CL26 y dará paso a los playoffs.

Ya no hay tiempo para pruebas ni para que los refuerzos se adapten: River tiene que mostrar una mejor cara inmediatamente si quiere sobrevivir a un mes de definiciones fuertes después de coquetear con el abismo dos veces en una semana. Y para eso Gallardo sabe que será determinante dar un paso adelante en juego y confianza este domingo ante San Martín (SJ), una de las dos últimas chances para llegar mejor parado a la serie con el Verdao. O acaso la última, considerando que el siguiente juego, con Estudiantes, será tan cercano a la ida de cuartos de final de la Copa que posiblemente el entrenador guarde soldados.

Así, y considerando que luego vendrá un parate clave por fecha FIFA para preparar el mano a mano que se define en San Pablo, es posible que MG ponga lo mejor ante los sanjuaninos: ¿Colidio y/o Juanfer se meten en el 11 por Nacho y/o Castaño? ¿Sigue Rivero, en buen nivel, o vuelve Paulo Díaz? Preguntas que debe contestarse el técnico en estas horas y que bordean la cuestión de fondo, que es que River sigue sin dar garantías y necesita dar un salto con urgencia.

Hay un dicho en la jerga del póker que dice que si no te das cuenta quién es el pescado de la mesa, el más fácil de todos, es porque sos vos. A River a veces le pasa a la inversa: el colectivo riverplatense casi nunca advierte que, ante la vista de los demás equipos, es un cuco al que nadie quiere enfrentar. El que sí lo tiene claro, y así lo dijo, es Gallardo: sabe el deté que a Palmeiras tampoco le debe hacer gracia cruzarse con el CARP. En todo caso, River tiene que volver a justificar ese respeto que le tienen todos en el continente, un respeto que se ganó en el MG1 y que, por ahora, no termina de revalidar en los hechos. Le faltan cinco para el peso.