El karma que comenzó a perseguir a River

Está expresada de forma tan clara que no hace falta convocar a una sesión en Diputados para modificarla y menos llevarla al Senado. Y no hay veto presidencial que pueda impedir que se aplique dentro de la cancha. Pasan los años, pasan los jugadores y la ley del ex sigue vigente, tanto a nivel local como internacional. Algunos equipos la disfrutan y otros la sufren, como el caso de River en los últimos dos partidos.

Cuando Marcelo Gallardo ya se preparaba para saludar a Mauricio Pellegrino y volver a Núñez con la victoria en el bolsillo, apareció Rodrigo Castillo, rompió la resistencia de Franco Armani sobre la hora y el 1-1 final le dejó un gusto amargo al DT, como si hubiese sufrido una derrota.

Un delantero que llegó a River a los 19 años desde Venado Tuerto gracias al papá de Nacho Scocco (lo vio destacarse en Sportivo Rivadavia y le recomendó una prueba en el CARP), que luego no pudo dar el salto de Reserva a Primera y que se fue un par de años después (2021) con el pase en su poder.

Ese gol de Castillo (ya le había marcado a River en 2024 con la camiseta de Gimnasia y también fue 1-1) provocó el fastidio del Muñeco -tal es así que se fue sin hablar-, que ya venía de sufrir frente a Libertad por el tanto de otro jugador que supo vestir la banda roja y que fue dirigido por MG: Robert Rojas.

El marcador central puso el empate del Gumarelo en el Monumental con un cabezazo tras un tiro de esquina -no lo gritó y hasta hizo el gesto de pedido de perdón a los hinchas- y como si fuera poco, para aumentar el lamento en Núñez, jugó en un alto nivel en la zaga junto a Viera.

El Sicario, recordado por aquel «rompele el tobillo» que le dijo Gallardo en la Bombonera en 2022 luego de no haber podido frenar a Tevez en el gol del empate de Boca, mostró una gran firmeza y fue uno de los puntos más alto del equipo de Sergio Aquino en los octavos de la Copa Libertadores.

Mientras River no pudo encontrar ningún recurso de amparo para evitar que se aplique la ley del ex, frente a Godoy Cruz ya se había dado una situación algo particular. Ambas conquistas del Tomba fueron de Agustín Auzmendi, delantero que no pasó por River, pero que le reconoció a Olé sus ganas de jugar algún día en el Millonario.

A comienzos de 2024, cuando la rompía en el fútbol de Honduras en el Motagua, contó que jugar en Primera en Argentina era un sueño pendiente y a la hora de elegir un equipo, no lo dudó: «River, sin dudas. Si llega una oferta ni lo pienso, ja».

El próximo compromiso del CARP será este jueves frente a Unión, en el Malvinas Argentinas de Mendoza, por los octavos de final de la Copa Argentina. Y los hinchas esperan que Augusto Solari no alimente el karma que empezó a perseguir a River…