Hace 88 años se creó el mote de los «5 grandes» del Fútbol Argentino: ¿cómo y por qué fue que nació?

Si hay un tópico debatido hasta el hartazgo en la jerga futbolera de la Argentina, ese es el de los “cinco clubes grandes” del país. Las opiniones igualan en cantidad a la variedad de respuestas cuando se hace la consulta sobre qué institución supera en grandeza a la otra. Y no es de extrañar que, con el correr del tiempo, los parámetros utilizados para llevar a cabo esa medición se vayan modificando.

En ese sentido, es probable que el origen del sobrenombre para el grupo conformado por Boca, River, Independiente, Racing y San Lorenzo también se pierda. Y, claro, porque este apodo no nació hace poco.

Todo comienza un 4 de agosto de 1937, cuando se llevó a cabo en la sede de la AFA en la calle Viamonte una asamblea en la cual las máximas autoridades de los clubes con más convocatoria lograron tener una parte del timón de la incipiente casa madre del fútbol argentino, tal como se la conoce hoy en día.

Lo que querían era nada menos que contar con una mayor cantidad de votos que el resto de los equipos. Y es que no les agradaba la idea de que todos contaran con un voto, en una Asociación del Fútbol Argentino con 49 clubes afiliados, de los cuales 18 eran de Primera, 17 de Segunda y 14 de la Tercera de Ascenso.

Sin embargo, la cantidad de asambleístas era mucho menor a 49, ya que a los 18 representantes de la máxima categoría se le sumaba un solo delegado por la división inferior. Además, el Consejo Federal no tenía injerencia en las decisiones en cuanto al rumbo organizativo.

Y fue así como se firmó el Boletín N°286, en donde se decreta que a partir del 5 de agosto de 1937, “cada club de Primera categoría, mientras permanezca en ella, tendrá en las asambleas y en el Consejo Directivo un número de votos proporcional a su importancia…”.

¿Cuáles eran los parámetros? “a) Un voto el que no esté comprendido en alguna de los siguientes incisos; b) dos votos el que cuente con más de 10.000 y menos de 15.000 socios o el que, no teniendo esa cantidad de asociados, haya sido campeón de Primera División y tenga en esa división una antigüedad no menor a 20 años consecutivos; c) tres votos el que, teniendo más de 15.000 socios y más de 20 años de actuación consecutiva en primera división, haya sido campeón de primera división en dos o más temporadas”.

Esto significó un antes y un después, porque marcó el surgimiento del mito de los 5 grandes fútbol argentino, aunque no se utilizaba por aquellos tiempos para los términos futbolísticos, sino más bien institucionales. Por su parte, Huracán y Estudiantes eran los únicos que contaban con dos votos bajo dichas condiciones.

Si bien el esquema de votos proporcionales se modificaba cada dos años en la AFA, no sería hasta 1941 cuando Huracán presentó la petición para tener tres votos, siendo esta aceptada en la asamblea del 5 de marzo. Así las cosas, pasarían recién ocho años para que hubiera nuevos cambios.

Allá por 1949, en la asamblea del 25 de marzo, Gimnasia y Esgrima La Plata junto a Chacarita pasaron de tener un voto a dos. “En virtud de lo establecido por los artículos 10 y 48 de este Estatuto, los clubes Boca, Huracán, Independiente, Racing, River y San Lorenzo tienen tres votos cada uno; los clubes Chacarita, Estudiantes y Gimnasia, dos; y los demás representantes, uno cada uno”, dice el Boletín N°1443.

Así como se fueron aceptando los pedidos de distintos clubes con el paso de los años, también ocurrieron casos contrarios. Quienes sufrieron el rechazo de los más poderosos fueron Newell’s, Lanús y Platense, que tanto en 1951 como en 1953 no fueron aceptados para tener dos votos, luego de que la AFA armara una comisión para estudiar dicha petición.

En la primera ocasión, el 28 de marzo la votación fue 15 a 12 en contra de la Lepra, el Granate y el Calamar, mientras que dos años después, pero el 21 de abril, las cosas fueron 20 a 9. Finalmente, el voto proporcional se desestimó el 12 de enero de 1955 y cortó una era de privilegios legales de 18 años.