El conflicto que involucra al Barcelona con el arquero Marc André Ter Stegen subió un escalón. El alemán, uno de los capitanes del equipo en la temporada pasada, se negó a firmar el informe médico del club para enviarlo a la Liga, que serviría para desbloquear el 80% de su ficha y cumplir con el fair play financiero. De esa manera se podrían inscribir las incorporaciones para esta temporada. Ante la negativa del arquero, el Barsa decidió abrirle un expediente disciplinario.
Con esta decisión, Ter Stegen corre el riesgo de ser sancionado por el club catalán. En realidad, la medida del Barcelona es más un factor de presión para que el arquero desista de su actitud.
Cómo se desencadenó el conflicto
Todo arrancó una vez finalizada la temporada. En este mercado de pases, el Barcelona decidió contratar a Joan García, ex arquero del Espanyol. La intención de Hansi Flick, el entrenador del equipo, es que en la temporada que está por iniciar, García sea el titular y Szczesny, su suplente. Es decir, su idea era no tener en cuenta a Ter Stegen y que el club negociara su salida.
El alemán, de 33 años, mostró su negativa a irse del Barsa. Por el contrario, dio a entender que quería quedarse para pelear el puesto. «El Barcelona es uno de los clubes más grandes del mundo y que haya competencia es algo normal. Para mí, la situación no cambia en absoluto. Siempre quiero entregarme y estar en el campo», había dicho, por si quedaban dudas.
Sin embargo, en el comienzo de los trabajos de pretemporada, reaparecieron sus dolores en la zona lumbar, por los que había sido operado en el 2023, y se tomó la decisión de una nueva intervención quirúrgica.
Esa operación descartó la chance de una transferencia pero le abrió al club una posibilidad desde el reglamento: si el tiempo de recuperación alcanzara un mínimo de cuatro meses, el Barcelona puede incorporar a un jugador sin tener problemas con el fair play financiero. De hecho, el año pasado, ante las lesiones de larga duración de Andreas Christensen y de Ronald Araujo (más de cuatro meses), el Barcelona utilizó los informes médicos firmados por estos jugadores para dar de alta, respectivamente, a Dani Olmo e Íñigo Martínez.
Ter Stegen no ayudó mucho en ese sentido con su declaración post cirugía. «Después de mi última operación de la espalda volví a los terrenos de juego tras 66 días, casi 2 meses; esta vez, los médicos creen que serán necesarios unos tres meses por precaución, para no correr riesgos». Que haya mencionado el lapso de «tres meses» no pareció casual sino un mensaje, de guerra, hacia la dirigencia culé que quería sacarlos del club.
Claro, si la recuperación demanda menos de cuatro meses, el club no podría incorporar a Joan García porque todavía tendría validez en la Liga el contrato con Ter Stegen. Para destrabarlo, el organismo que preside el fútbol español precisa de un informe médico, en el que se constate el tipo de lesión y la duración, con la respectiva firma del jugador lesionado.
Un contrapunto y ¿posible sanción?
Así las cosas, Ter Stegen se negó a firmarlo. Y eso complica al club, que ve en la postura del arquero una suerte de venganza por haber dejado de estar en los planes para la temporada que se viene. No existen antecedentes en la historia de la Liga de un jugador que se haya negado a firmar la planilla de su informe médico tras una operación. Y sin su firma, no hay otorgamiento de parte de la Liga de un permiso especial para incorporar un reemplazo.
La actitud de Ter Stegen, según fuentes del club, generó «disgusto» entre la cúpula directiva, aunque esperan que el jugador recapacite y termine firmando cuando sea consciente de las posibles consecuencias. En el caso contrario, el club considera que existe base jurídica para elevar igualmente el informe a la Comisión Médica de La Liga. Continuará…

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Fuente: Olé.com.ar
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