El trío brasileño celebra cuatro décadas de carrera con una gira que los trae de regreso a Buenos Aires. En una entrevista describen el rock como una forma de rebeldía, rememoran un encuentro con Luca Prodan que dio comienzo a una relación única entre la banda y el público argentino y hablan del show que darán en septiembre en el país.
Cuesta pensar en otro grupo brasileño que haya sido tan adoptado por el público argentino como Os Paralamas Do Sucesso. Tanto, que en algún momento de la charla aparecerá una frase que bien podrían tatuarse: “La banda más argentina de Brasil”. Durante décadas reversionaron a Fito Páez, Soda Stéreo y Los Pericos; en “Dos Margaritas” –uno de sus hits– pidieron que Charly García “escriba la Constitución” e incluso uno de ellos le puso Luca a su hijo en homenaje al cantante de Sumo.
A 40 años de su irrupción en la primera edición de Rock in Rio, el trío integrado por Herbert Vianna, Bi Ribeiro y João Barone regresa a Buenos Aires para presentarse –con entradas casi agotadas– en el Complejo Art Media el 27 de septiembre.
“La ansiedad de volver a la Argentina es enorme. Queremos contarles la historia de Os Paralamas Do Sucesso a través de nuestra música”, dice a Página|12 Bi Ribeiro, en una charla que reivindica el vínculo con el público argentino y su amor y fanatismo por Luca Prodan, con quien tocaron por primera vez en Buenos Aires hace ya 39 años. “Argentina tiene muchísimas canciones que envidiamos y nos hubiese encantado que se nos ocurrieran a nosotros. Nos queda la deuda pendiente de unir la cultura brasileña con la argentina”, admite.
Desde Cinema Mudo, estrenado en 1983, Los Paralamas no pararon de hacer música, llegando a editar más de 20 álbumes, entre discos de estudio, grabaciones en vivo y recopilaciones de grandes éxitos.
Cuando esto ocurre es lógico que una banda tome la decisión de refugiarse en un repertorio seguro y ya celebrado, pero ellos van más allá: siguen pensando al escenario como punto de partida para reivindicar y poner nuevamente a prueba su carrera. “Pasa una semana sin concierto y ya no sabemos qué hacer ni a dónde ir”, confiesa Bi, y anticipa sobre su llegada a Buenos Aires: “Vamos a salir al escenario como un equipo de fútbol enfrentando al público argentino: queremos convencerlos de que valió la pena pagar la entrada”.
– Cuarenta años juntos no es solo un logro artístico, es una forma de vida. ¿Cuál es la fórmula para evitar el divorcio?
(Risas) Fueron años intensos pero elegimos ir día por día, disco por disco, y cuando nos acordamos llegamos hasta acá, ya viejos. Somos muy amigos y supimos aprender a controlar los egos, que es una cosa muy difícil en los grupos de rock. Hay un encantamiento mutuo entre nosotros. La energía y el amor se fue renovando y todavía transitamos la música como si fuese una ruta en familia, con ganas de tocar y viajar.

– Después de tantos años el mundo cambió, el rock y sus banderas también. ¿Lograron resignificarlas?
Conquistamos algunas, otras no. Mantenemos la rebeldía, que era una bandera que teníamos hace 40 años atrás cuando nuestro género nacía de la contestación, la revolución y la libertad.
– Muchas de sus letras pueden tomarse como nuevas aún hoy. El mundo sigue igual de confundido.
Sí, y es una lástima que cosas que criticábamos en los ochentas aún sigan ocurriendo. Pero también es un orgullo tener la misma identidad y decidir luchar por lo mismo. Somos de los últimos que continuamos en la pelea y sabemos que somos una voz que aún se escucha y la gente espera posiciones.
Os Paralamas do Argentina
Desde su éxito y reconocimiento por el público del festival Rock in Rio de 1985, donde participaron junto a bandas como Queen y AC/DC, Os Paralamas do Sucesso se convirtió –con Legião Urbana y Titãs- en uno de los grupos más exitosos del rock de Brasil. Consolidada en su país, emprendieron el desafío de conquistar al público argentino, en un contexto en el que nuestro rock se mantenía en un crecimiento exponencial.
A comienzos de 1986, debutaron en nuestro país en el Festival Chateau Rock, en Córdoba, en una grilla que incluía a grupos como Virus, Soda Stereo y La Torre, entre tantos otros artistas latinoamericanos. El 15 de noviembre de ese año fueron invitados, ni más ni menos, que para abrir el show de Sumo en Obras. “Nunca vimos nada igual. Luca era impresionante y escucharlo en vivo fue muy fuerte”, dice Ribeiro a este diario. Y recuerda entre risas: “Ni bien llegamos a los camarines apareció un pelado sin zapatos, sin camisa y con una botella en la mano. Pensamos ‘quién es este que se metió acá’. Tenía una energía única”.

Ni ellos ni Luca sabrían que aquel Obras sería de los últimos shows en vivo de la banda argentina, previo a la muerte de Prodan en diciembre del 87’. “Fue una lástima compartir tan poco con él”, recuerda, aunque ese encuentro significó la puerta de entrada para una entrañable relación con nuestro rock y su gente. “Nos enorgullece sentirnos parte de ese movimiento de culto”, sostiene el bajista de Os Paralamas. Por eso –como si no alcanzara–, en muchas entrevistas los miembros de Os Paralamas se autodefinen como “la banda más argentina del rock de Brasil”.
– Pero su admiración por la música argentina va más allá que su cariño por Luca.
Claro, la calidad de los músicos de su país es única. Trajimos al portugués Parate y Mira, de Los Pericos, De Música Ligera –ambos en el disco Nove Luas, de 1996– y Viernes 3 AM de Charly. También Track Track de Fito. Queríamos conquistar a los argentinos y nos conquistaron a nosotros. Tenemos una admiración muy grande por aquellos músicos, son canciones que nos hubiera gustado crear nosotros.
– ¿Y con el público argentino? ¿Cómo preparan el reencuentro?
Nos pone muy ansiosos volver a Buenos Aires porque es un lugar muy importante para nosotros. Tenemos los mejores recuerdos de cómo nos tratan. Nos da mucha curiosidad ver gente joven en los shows de Argentina porque nos siguen por sus padres y abuelos. Se ve que tenemos un espíritu auténtico, (risas). Todavía se sienten identificados con lo que hacemos y con las historias que contamos en nuestras canciones.
– En redes sociales anuncian show tras show tras show. ¿Piensan frenar?
Es que estamos muy entusiasmados de tocar este año. Para 2026 tenemos pensado frenar. Ya pasó mucho tiempo desde nuestro último disco –Sinais do Sim, en 2017– y queremos centrarnos en grabar cosas nuevas.

Queda demostrado queno hay aniversarios redondos que busquen detenerlos y, cuarenta años después, siguen recorriendo Latinoamérica. “Tampoco tenemos otra cosa que hacer”, dice Bi Ribeiro. Y sonríe, con la certeza de no imaginar otra forma de estar en el mundo que contando su historia, una canción a la vez.
Fuente: Página12
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