La Copa Argentina dejó varios heridos

La Copa Argentina puede ser la llave ideal para llegar a la Libertadores y lograr un título que levante un año complicado, pero también puede ser el certamen que te dé un fuerte dolor de cabeza en el comienzo del segundo semestre, dejándote en una especie de crisis.

Sumándose a la debacle de Boca la semana anterior, tres instituciones que hace dos meses jugaron las semifinales del Apertura ahora miran cómo clubes con menos presupuesto e historia siguen soñando con la copa nacional. Independiente, Huracán y San Lorenzo, que tenían como objetivo de mínima llegar a la final, no cruzaron el Rubicón de los octavos...

Cada uno tiene sus particularidades y también sus justificaciones. Quizás el que más quedó en trance es el Rojo (tras caer con Belgrano). Es que el team de Vaccari retuvo a casi todas sus figuras, sumó en el mercado de pases jugadores importantes (Mazzantti, Pussetto, Godoy y Zabala) y en este arranque de la segunda parte del 2025 no logra conjugar el buen juego que tuvo en el primer semestre, esa ambición futbolera que ilusionó a sus hinchas con que este año se puede cortar la sequía de títulos en el fútbol argentino.

El Globo de Kudelka tampoco encuentra regularidad. El triunfo sobre Boca, con una muy buena actuación, quedó muy rápido en el olvido cuando perdió con Lanús. Porque no solo cayó, sino que no encontró nunca los caminos y la rotación del plantel muestra que hay gran diferencia entre titulares y suplentes. Ante el Grana le faltaron cinco del equipo base, y eso se notó en el juego.

El Ciclón es verdad que siempre vive en crisis, pero su once titular no tiene mucho que envidiarles a 27 de los 30 de la Liga Profesional. Luego de un comienzo alentador de tres 0-0 (uno con éxito en los penales) y un triunfo en Córdoba, ayer le tocó ser protagonista y no pudo con el laburado Tigre de Dabove.