La historia de Solana Sierra en boca de su papá: casi fue nadadora, se sumó de grande a la academia de Nadal y más

Esta edición de Wimbledon no fue una más para Argentina. Si bien la rama masculina quedó eliminada casi en su totalidad en primera ronda (a excepción de Mariano Navone, que se fue en segunda), el Grand Slam británico sigue en el radar de los argentinos por una jugadora: Solana Sierra (101°), que con 21 años está haciendo historia en el césped del All England Club.

La marplatense llegó a Londres a disputar la qualy, donde venció a Tessah Andrianjafitrimo (202°) y a Leyre Romero Gormaz (140°) pero cayó en el decisivo frente a Talia Gibson (126°). Sin embargo, la vida le tenía algo más preparado… entró como lucky loser y ya despachó a Olivia Gadecki (103°), Katie Boulter (43°) y Cristina Bucsa (102°) para meterse en octavos de final del certamen.

El jueves, tras su victoria frente a Bucsa, Omar Sierra, papá de Solana, habló con Radio Mitre y contó varias perlitas de su vida en el camino a esta histórica participación en Wimbledon: qué otros deportes practicó, su formación profesional en la academia de Rafael Nadal y por qué forma parte de un selecto grupo con Casper Ruud (15°).

De arranque, Omar reveló que su hija era muy deportista y el tenis no era su única opción: «Era muy activa, y con 2 ó 3 años el tenis era un jueguito más de todas las cosas que tenía que hacer para entretenerla. A los 9, cuando ella hacía otras cosas como danza y natación, nosotros como padre le dijimos que deje alguna cosa. A los 10 podría haber a un sudamericano sub-12, no fue porque era muy chiquita, pero ya estaba entre las tres mejores del ranking de esa categoría«.

«El de natación casi me mata cuando la saque«, siguió. «Vino corriendo con unos papeles y me dijo: ‘Tiene 9 años y hace marcas en 25m de nenas de 12… si va a un nacional lo gana‘. Danza le encantaba también, pero se terminó inclinando por el tenis porque era lo que a ella más le gustaba», contó sobre cómo eligió su camino.

Luego, al ser consultado por la formación de su hija en la institución del ídolo español, aportó un dato que la puso a la altura de una de las mejores raquetas del mundo: «La academia de Nadal toma chicos y chicas desde los 13 años. Tienen todo ahí: viven, estudian… quedas como internado y te forman como jugador. Solana es una excepción, entró grande, con 20 años. Generalmente no toman chicos a esa edad, la única excepción además de Sol fue Casper Ruud (actual 15° del mundo), que también se metió con 20″.

Antes de cerrar, explicó entre risas qué se llevó Solana de cada uno de sus papás. «Genéticamente tiene mucha fuerza, que viene de la familia de la madre, que es de campo… te dan vuelta un ternero con una mano«, bromeó, y la siguió: «Yo le di la parte linda, ja«.

Por último, Omar reveló la charla que tuvo con su hija tras la victoria vs. Bucsa: «Después del triunfo de hoy hicimos una videollamada, estaba muy contenta. Yo siempre trato de darle tranquilidad, tanto en los momentos buenos como en los malos porque ella había perdido en la clasificación. Le dije que esté tranquila, que todo es pasajero. Inclusive este momento también, porque el deportista pierde más de lo que gana».

La historia de Sierra en Wimbledon está lejos de terminar. El triunfo contra Bucsa da para ilusionarse y pensar que la argentina le puede ganar a cualquiera o, como poco, ser una piedra en el camino de quien quiera la gloria.

Por los octavos de final, la marplatense se enfrentará a la alemana Laura Siegemund (104°), de ranking similar al suyo. Pero ojo, porque la europea viene de sacar una rival chiva, la estadounidense Madison Keys, 8° del ranking mundial. El encuentro será el domingo, con horario a confirmar (transmitirán ESPN y Disney+). ¿Seguirá Solana escribiendo más historias?