26/06/2025 10:36hs.
«Ese fue el partido que hicimos méritos para ganar y no pudimos». Tanto en la conferencia de prensa como ante los micrófonos en zona mixta, Marcelo Gallardo no se reprochó lo hecho ante Inter sino contra Monterrey. Conforme por haber podido competirle de igual a igual al subcampeón de la Champions League hasta la expulsión de Martínez Quarta, el lamento pasa por lo hecho ante Rayados, encuentro que pudo darle a River una clasificación anticipada a octavos y terminó siendo clave en la eliminación. Fue una gran chance desperdiciada, una más en un semestre cuyo balance indica subrayado con rojo que el equipo no pudo dar la talla en los duelos definitorios.
En el análisis del Muñeco y la evaluación para la segunda parte del año no sólo estará el rearmado del equipo para suplir la ausencia de Franco Mastantuono, los refuerzos y los jugadores que no serán tenido en cuenta. El DT, acostumbrado a ganar batallas épicas y que vaya si sabe de hazañas, no logra que su plantel logre sortear «ese escalón» en los partidos «que te dan posibilidades». Y el hecho de que últimamente sea habitual no poder tomar las chances que se le presentan en bandeja es un factor preocupante, sobre todo pensando en la Libertadores.
Tener a varios campeones del mundo y a héroes de Madrid en el plantel no alcanza. Porque más allá de la personalidad y jerarquía de Franco Armani, Gonzalo Montiel, Marcos Acuña, Germán Pezzella, Enzo Pérez, Nacho Fernández y hasta Pity Martínez, al momento de tener que dar la talla, el traje a River le queda suelto, incómodo. Y lejos de disfrutar los desafíos, los sufre.
Sin necesidad de usar la máquina del tiempo, antes de Rayados e Inter le sucedió ante Talleres por la Supercopa Internacional, vs. Platense en el Apertura y hasta frente a Universitario de Perú, juego que debía ganar para escalar posiciones en la tabla de primeros de la CL y no pasó del empate en el Monumental. La única excepción fue Boca, aunque no se trató de un choque eliminatorio o por un trofeo.
«Hay que agarrar esas posibilidades que se nos presentan y se nos están escapando”, reconoció el entrenador, en medio del lamento por las atajadas de Esteban Andrada en Los Ángeles y por la falta de poder de fuego, que en buena parte se explica por la mala fortuna de haber perdido de entrada a Sebastián Driussi, su hombre gol en el año.
A poco más de un mes del inicio de los mata-mata de octavos de Libertadores para Libertad (14/8), Gallardo no tendrá mucho tiempo para reoxigenar al plantel. A mediados de julio iniciará la competencia en el torneo local, se jugará el cruce de Copa Argentina vs. San Martín de Tucumán y después de lo sucedido en Estados Unidos es indispensable pelear todos los frentes. «Queda hacer una evaluación y ver qué tenemos que potenciar para marcar presencia en los partidos importantes», enfatizó MG, en la búsqueda de dar ese salto en alto que viene siendo fallido…
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Fuente: Olé.com.ar
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