
A la hora de buscar un embarazo, la salud de los progenitores es importante. Por eso, es recomendable que tengan un peso adecuado, lleven una alimentación saludable, eviten el consumo de tabaco o alcohol y limiten el estrés. Esto aplica tanto a varones como a mujeres y es un primer paso necesario, pero no suficiente, para maximizar las posibilidades de la concepción.
“Cuando un paciente o una pareja llega a la consulta, lo primero que hacemos es mencionarles estos factores y fomentar un estilo de vida más saludable, que sabemos que impacta directamente en la fertilidad tanto del varón como de la mujer. Luego, por supuesto, podemos realizar otros estudios o indicar un tratamiento, pero lo más recomendable es que cualquier persona que esté pensando en lograr un embarazo mejore sus hábitos para, en primer lugar, lograr la concepción, y en segundo lugar que el bebé tenga el mejor desarrollo posible”, destacó el Dr. Agustín Pasqualini, médico especialista en medicina reproductiva y presidente de SAMeR.
Ana Claudia Ceballos , presidenta de la Asociación Civil Concebir, remarcó que: “muchas personas que se acercan a Concebir están con cierta inquietud y ansiedad, lo que hace que sea difícil implementar cambios en el estilo de vida. Sin embargo, el deseo de tener un hijo, afortunadamente, suele ser un motor muy eficaz para impulsar las actitudes necesarias en este sentido y desde la asociación buscamos brindarles todo el apoyo e información de calidad disponibles para que lo logren”.
“Un factor que sin dudas requiere nuestra atención es la presencia de microplásticos en el tejido ovárico, como fue descrito hace apenas algunas semanas en una investigación reciente. Si bien todavía no sabemos cómo puede afectar la fertilidad, a lo que sin dudas nos invita es a modificar todos los factores sobre los cuales sí tenemos injerencia, como lo son el estilo de vida, el control del peso, la alimentación, evitar el tabaco y el alcohol y realizar actividad física”, explicó el Dr. Fabián Lorenzo, médico especialista en medicina reproductiva y vicepresidente de SAMeR.
El estrés es un factor muy relevante en fertilidad, dado que en la mayoría de los casos suele aumentar a medida que el tiempo pasa y no se logra el tan deseado embarazo. La dificultad para tener un hijo y los tratamientos de fertilidad fallidos conllevan montos elevados de tensión, ansiedad y malestar que pueden acrecentar o desatar cuadros de estrés agudo. Desde el equipo de psicología de Concebir ofrecemos un espacio de reflexión y elaboración en el cual podamos valorar antecedentes, estudios, factores de riesgo, estilo de vida y demás cuestiones importantes para poder tomar una posición activa frente al proceso y, al mismo tiempo, trabajar todo lo relacionado con situaciones de tensión, estrés y ansiedad, atendiendo a la singularidad de cada caso, detalló la Lic. Luciana López Ayala, psicóloga especializada en reproducción asistida y miembro del Equipo de Psicología de Concebir.
“Una tendencia que estamos viendo en el consultorio y que se evidencia en las investigaciones clínicas es la disminución en el recuento espermático, es decir, muchos varones tienen menos espermatozoides que en el pasado. En paralelo, estamos viendo que muchas mujeres tienen una reserva ovárica más baja a edades cada vez más tempranas. Factores como la contaminación ambiental, los llamados ‘disruptores endócrinos’, que son sustancias presentes en múltiples productos de uso diario, y los cambios en el estilo de vida muy probablemente juegan un rol preponderante en esta realidad”, describió el Dr. Pasqualini.
La importancia de compartir esta información está también en que muchas parejas no la conocen y posiblemente no accedan a la consulta con un especialista a tiempo. Entonces, es posible que no consigan la concepción y siga pasando tiempo, lo que puede generar más frustración y, a la vez, minimizar las posibilidades de lograrlo, conforme la reserva ovárica de la mujer disminuye.
“Existen otros factores que influyen en la fertilidad y que no son modificables, como puede ser alguna alteración directamente ligada a la reproducción, enfermedades o incluso el paso del tiempo: sabemos que la fertilidad, principalmente femenina, se reduce notablemente principalmente a partir de los 35 años. En el varón, si bien el impacto es más progresivo, también se observa una disminución en la calidad espermática con la edad, algunos proponen a partir de los 45 años y otros a partir de los 50”, explicó el Dr. Fabián Lorenzo.
En Argentina las mujeres consultan en promedio a los 38 años a los centros de fertilidad, muchas desconociendo sobre su fertilidad, y otras consultando previamente con algún médico de su confianza que no genera una derivación a tiempo. Para ayudar a aquellas personas que buscan la concepción, desde Merck, empresa líder en ciencia y tecnología, lanzaron ‘Fertilmente’, una iniciativa digital sobre fertilidad que busca compartir con todas las personas la información más relevante de este campo. Cuenta con una página web y perfiles en redes sociales con entradas como ‘Información sobre los problemas de fertilidad’, ‘Las infecciones de transmisión sexual y su impacto en la fertilidad’ o ‘Conocé cómo la obesidad puede afectar la fertilidad’. Para visitar “Fertilmente”: https://www.fertil-mente.com/
Además, Fertilmente cuenta con ‘Ovometer’, una calculadora de óvulos (ovocitos) que permite conocer un estimado de la cantidad sana disponible tanto a la edad actual como una proyección futura para cuando la persona estima que buscará un embarazo. Por ejemplo, una mujer de 27 años cuenta con cerca de 93.706 óvulos, lo que representa el 13,4% de la cantidad que tenía al nacer. Asimismo, la caída de esta reserva ovárica se acentúa con la edad y es cada vez más difícil lograr el embarazo: a los 40 años, una mujer tiene en promedio 17.585 óvulos que son apenas el 2,5% del total inicial. También brinda un mensaje de concientización con fines educativos para empoderarlas en el conocimiento de su fertilidad y les da la posibilidad de contactarse con el centro de fertilidad de su preferencia para ampliar la información o agendar una consulta. Para ver la calculadora: https://www.fertil-mente.com/calculadora/
En este sentido, es una tendencia ya firme la de muchas mujeres de retrasar la edad a la que deciden ser madres, lo que en muchas ocasiones las lleva a tener menos posibilidades de lograr el embarazo y acceden a una consulta cerca de la edad de 40 años. En CABA, la tasa de natalidad ha caído a sus mínimos históricos (1,09 hijos por mujer vs 1,86 en 2006) y la edad de las madres es cada vez mayor.
“Por ello, considero que es importante evaluar todas las herramientas con las que contamos hoy en día, y considerar sustituir el concepto de planificación familiar por el de planificación reproductiva, que engloba la vitrificación de óvulos y la criopreservación de semen. Muchas veces, los tiempos biológicos no van de la mano de la situación de la persona. Hoy en día, estamos notando que cada vez más personas inician una búsqueda proactiva de información sobre su fertilidad, lo cual consideramos un aspecto muy positivo.”, explicó el Dr. Pasqualini.
Por este motivo, y con el objetivo de maximizar las posibilidades de formar una familia, es importante acceder a la consulta temprana con el especialista en fertilidad. Aunque no se esté planificando en el corto plazo tener un hijo, evaluar las alternativas para cuidar la salud reproductiva es una decisión que sin dudas cada uno agradecerá en un futuro. Asimismo, llevar un estilo de vida saludable es una inversión en múltiples aspectos de la salud, entre los cuales está la fertilidad.
“Se suele creer que una pareja debe esperar un año desde que inicia la búsqueda del embarazo hasta que consulta. Esto no es así, principalmente si hay signos de alerta, como ciclos irregulares, antecedentes de infecciones pélvicas, endometriosis (dolor) o cualquier antecedente en los genitales masculinos. Consultar con un especialista en medicina reproductiva a tiempo puede evitar tratamientos complejos o tardíos. Además, es importante asesorarse con un especialista en caso de querer postergar la maternidad o paternidad”, concluyó el Dr. Lorenzo.
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