29/05/2025 17:32hs.
Además de pensar en las renovaciones de fin de año, la dirigencia de River también se enfoca en el futuro del club, en los jóvenes. Tal como lo viene haciendo el club, blindó a otra joyita: Santino Giletti, delantero de 17 años que juega en Sexta categoría, firmó su primer contrato profesional con River y tiene una cláusula de 30.000.000 de euros.
Santino nació en 2008 y realizó sus primeros años de formación como futbolista en Tigre. Tras un destacado 2024 en la Séptima del Matador, donde marcó 10 goles en 22 partidos y se consagró como el goleador de su categoría, dio el salto a River para incorporarse a la Sexta División. Desde que llegó, se destaca: convirtió tres goles en los primeros 10 partidos (606´ jugados).
«Considero que una de mis virtudes es la gambeta, ser rápido», declaró luego de un partido ante Instituto cuando jugaba con las Inferiores de Tigre en Octava. Es un delantero, capaz de desempeñarse tanto como referencia en el área como en funciones de segunda punta. Destaca por su potencia física, velocidad y habilidad en el uno contra uno, además de contar con una notable pegada en pelota parada, que le permitió anotar cinco goles de tiro libre. Su talento lo llevó a ser convocado por la Selección Argentina Sub-17 en varias ocasiones entre abril y julio de 2023, sumando entrenamientos en el predio de Ezeiza.
Los dos juveniles que River blindó la semana pasada
Hace exactamente siete días, River blindó a dos prometedores juveniles que son titulares en la Reserva que viene de ganar el superclásico con cláusulas de rescisión de 30 millones de euros: son Giorgio Costantini, volante creativo brasileño de 19 años ya debutó en Primera con Gallardo (cuatro minutos ante Atlético Tucumán, el 19 de marzo), y Lisandro Bajú, lateral izquierdo de la misma edad que aún no se estrenó, quienes firmaron su primer contrato profesional hasta diciembre del 2027.
Zurdo habilidoso para el drible pero también para conducir con pases seguros, Costantini, nacido en Curitiba, se sumó a River hace casi tres años: desvinculado del Athlético Paranaense, donde transitó cinco años de Inferiores -inició su trabajo formativo ahí- tuvo la oportunidad de someterse a un test, que superó. Una de sus particularidades es que Gallardo lo conocía incluso antes de volver al club, dado que fue compañero de Santino, su hijo, en un plantel en el que también brillaban el Diablito Echeverri y Agustín Ruberto, además del también promovido a Primera Agustín de la Cuesta.
Lisandro Bajú, por su parte, es de Las Toscas (Santa Fe) y arrancó jugando como volante central en el Club Tiro Federal, hasta que en el 2017 lo vieron de River y se hizo una prueba. «Estuve una semana y después volví. Fuimos a jugar un torneo a Mar del Plata y por suerte quedé. Empecé en Prenovena y ahí me pusieron de 3», explicó en una entrevista al sitio oficial hace un año.
«Mis papás decidieron dejar todo y venirse a Buenos Aires a acompañar mi sueño de jugar en River. Primero vino mi papá, Diego, que acá no tenía trabajo y por suerte consiguió enseguida. Alquilamos una vivienda, vivíamos con mi compañero Santiago Lencina y su mamá. Y al poco tiempo, por suerte, pudieron venir mi mamá y mi hermana. Eso lo tengo que valorar de por vida, porque se la jugaron por mí. Les debo todo», agregó.
Fuente: Olé.com.ar
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