Las carreras más históricas de la Fórmula 1 en Mónaco

La ciudad de Montecarlo, en el Principado de Mónaco, será sede del próximo Gran Premio de Fórmula 1, correspondiente a la octava fecha de la temporada. Franco Colapinto buscará tener su revancha tras un complicado debut en Imola con Alpine. Este fin de semana es uno de los más especiales del calendario de la Máxima: el circuito urbano, con su esencia de vieja escuela, representa un verdadero desafío para los pilotos, que deben llevar los monoplazas al límite entre muros, curvas cerradas y sin margen de error.

A lo largo de la historia, este trazado callejero nos regaló carreras memorables, y en esta nota te invitamos a repasarlas. Ponete cómodo y disfrutá del mejor show del automovilismo.

El GP de Mónaco de 1984 será recordado como una de las carreras más espectaculares de la Fórmula 1. Bajo una lluvia intensa, Alain Prost largó desde la pole y fue declarado ganador tras suspenderse la carrera en la vuelta 32. Pero la gran historia fue la remontada de Ayrton Senna, que desde el 13° puesto con su modesto Toleman empezó a recortar distancias con un ritmo imparable. Mientras el francés sufría problemas de frenos y otros pilotos abandonaban, el brasilero se convirtió en el más rápido sobre la pista. Llegó a estar a menos de ocho segundos del líder cuando la bandera roja detuvo todo, lo que generó polémica por favorecer al francés, amigo del presidente de la FISA.

Aquel segundo puesto fue el primero de muchos podios para Senna y marcó el inicio de su leyenda. Con apenas 24 años deslumbró al mundo bajo la lluvia y sacudió el orden del paddock. A partir de ese día, Montecarlo se volvió su circuito fetiche: ahí logró seis triunfos (cinco consecutivos), cinco poles y ocho podios en diez participaciones.

Este fin de semana de 1984 será siempre recordado por la lluvia, la controversia y, sobre todo, por el nacimiento de una estrella que cambiaría la historia de la Máxima.

Otra de las victorias más recordadas en Mónaco fue la de Daniel Ricciardo en 2018. El australiano se impuso a pesar de una falla en la unidad de potencia del motor Renault. Aunque el problema se detectó temprano, Red Bull decidió intentar llegar hasta el final sin importar las consecuencias, logrando así una gran conquista en el Principado.

Durante esa carrera, Ricciardo sufrió una falla en el MGU-K casi inmediatamente después de su única parada en boxes. Eso dejó al australiano con 120 kW menos (unos 160 caballos de fuerza), obligándolo a gestionar al límite los frenos y a conducir usando solo seis marchas.

El MGU-K, encargado de recuperar energía durante el frenado, era fundamental para el rendimiento del sistema de recuperación de energía en aquella temporada. Al perder esta unidad, se generan efectos negativos en la eficacia de los frenos.

Otra carrera que quedó en la memoria, aunque no por su espectáculo en pista, fue el GP de Mónaco de 2003, donde no se registró ningún adelantamiento. Esto refleja justamente la dificultad para sobrepasar en las estrechas calles del Principado. El ganador de esta competencia fue el colombiano Juan Pablo Montoya a bordo de su Williams, completaron el podio Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes) y Michael Schumacher (Ferrari).

Y, para cerrar, otra carrera que marcó la historia en el trazado monegasco fue el GP de Mónaco de 1996, una de las más caóticas y memorables en la historia de la Fórmula 1. Disputada bajo una intensa lluvia, la competencia comenzó con cinco abandonos en la primera vuelta, incluido Schumacher, que partía desde la pole pero se estrelló en Mirabeau sin completar un solo giro. El estrecho y exigente circuito urbano de Montecarlo, ya de por sí sin margen de error, se transformó en un verdadero campo minado donde, más que correr, la clave parecía ser simplemente sobrevivir.

Al final de los 75 giros, solo tres autos vieron la bandera a cuadros: Olivier Panis, quien logró su única victoria en F1, seguido por David Coulthard y Johnny Herbert. Fue una carrera de eliminación, donde más del 80% de la parrilla abandonó, ya sea por errores, fallos mecánicos o las durísimas condiciones de la pista. La gesta del ganador fue tan inesperada que no se repitió un triunfo francés hasta 24 años después, con Pierre Gasly en Monza 2020 con el Alpha Tauri.

Esta fue una competencia tan impredecible como dramática, que pasó a la historia por su gran cantidad de retirados y el simbolismo de una conquista única.