Roberto Leto con Olé: Su libro, las anécdotas con Maradona, Gago, Román y el clásico

Un micrófono, un bigote y una voz que se hizo bandera. Roberto Leto no necesita presentación. Pero ahora suma un nuevo capítulo: el del escritor. Este viernes 2 de mayo a las 20.30, en el Salón Ernesto Sabato, en la Feria del Libro de La Rural, presentará su libro. El periodista que le puso un bigote a la pelota, una obra que resume más de 40 años de historias, emociones y micrófonos con los colores azul y oro de fondo.

«No estaba en mis planes ser periodista, pero así se dieron las cosas y estoy agradecido». La frase resume una vida. Y también el espíritu del libro, que combina anécdotas personales con relatos de vestuario, viajes, mundiales, momentos con Diego y los secretos de una carrera que cruzó generaciones.

Roberto siempre tuvo una relación especial con Maradona. No solo por el respeto profesional, sino por la cercanía fuera de cámara y de los micrófonos. Desde los primeros años en Argentinos hasta su consagración en la Selección, pasando por la llegada a Boca en el 81. «Diego fue muy especial conmigo. Me dejó compartir cosas hermosas. Era tan generoso… Y a la vez tan fuerte todo lo que generaba…». En el libro se cuentan episodios de esa época, pero también historias, viajes, charlas íntimas y momentos que no salieron al aire.

Esa confianza se mantuvo intacta con el paso del tiempo. «Tuve la suerte de tener una relación especial con Maradona. Para mí es un orgullo enorme haber tenido esa relación con él”, comentó Leto.

Y no fue todo. En el ejemplar, Leto cuenta cómo fue una de las anécdotas más grosas, de esas que graban en la memoria, y que ahora plasmó en su nuevo volumen: «Pude lograr que Diego Maradona viniera a jugar al equipo de mis amigos un partido de cancha de 11… Es un hecho muy fuerte que venga Maradona a jugar con tus amigos.

Pero no todo fue nostalgia y recuerdos; también habló del hoy. Y es ahí donde no se guarda nada. Cuando se le pregunta por el momento de Boca y el próximo clásico. Leto fue picante, al hueso y muy claro.

«Hoy en día, Gago se está jugando mucho en cada partido, a pesar de que el equipo ha levantado… Para mí, experimentó mucho en sus primeros pasos en Boca; algunas cosas le salieron bien y otras no tanto. Hubo partidos que fueron claves donde se equivocó con los cambios. Probó mucho, y yo creo que pagó por eso».

El clásico frente a River, un tema que no pasa desapercibido para nadie, también estuvo en la mesa de la charla con Olé. Leto tiene una postura tajante: «El partido del domingo es importante porque es un clásico y no se puede perder; anímicamente sería un golpe duro. Pero para mí, Gago está obligado a que Boca sea campeón. Sí, no se tiene que ir. No se le puede escapar. Boca tiene que estar en la próxima Copa Libertadores antes de jugar el Mundial de Clubes. Por lo menos para apaciguar lo que fue no jugar la Libertadores ni la Sudamericana».

Sobre Riquelme y la gestión de la actual dirigencia: «A Román yo lo veo que ha alternado cosas positivas y otras nuevas. Metió el mejor libro de pases este de ahora, a pesar de que no tuvo suerte en la Copa. Tuvo cosas buenas y malas, es normal. Pero yo, conociendo a Riquelme, sé que él quiere ganar la Copa Libertadores… Yo pienso que esta era una apuesta importante y se frustró muy rápido, demasiado. Nadie imaginaba esto, ni él tampoco».

Si hay algo que define a Leto es su vínculo con Boca. No es sólo el periodista que más veces lo relató: es parte de la historia periodística viva del club. “Conozco cada rincón de la Bombonera. Me tocó ver desde adentro las grandes etapas, los jugadores más queridos, los títulos más importantes. Pero también momentos duros”.

El libro, además de un repaso profesional, tiene una carga emocional fuerte. El contenido es puro Leto. Es Boca, es Diego, es periodismo, es bombos y camisetas, es redacción, tribuna y cabina. Es su historia, sí. Pero también la de todos los que lo escucharon relatar una jugada, gritar un gol o cruzarse de brazos con cada injusticia del fútbol.

Su forma de relatar y de hacer periodismo es inconfundible: intensa, directa, pasional. Y a partir de ahora, desde las páginas de su libro, el bigote sigue hablando.