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Mon Laferte adopta su lado más vedette y se rasca a la herida para Femme Fatale

A Mon Laferte le gusta estar en constante movimiento y adentrarse en nuevos proyectos que le permitan explorar –o descubrir– sus múltiples dimensiones artísticas. A casi dos años de haberle entregado al mundo su álbum experimental Autopoiética, en el que jugó con diferentes ritmos y técnicas de producción, ahora está lista para dar el siguiente paso en su carrera que compartirá con Femme Fatale. El primer capítulo de esta nueva historia se llama ‘Otra noche de llorar’, un sencillo más para la lista de canciones que son su especialidad: aquellas desgarradoras que pueden inducir hasta a la persona más feliz en un estado profundo de melancolía.

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Para este disco, Laferte ha tomado inspiración en el jazz no solo como género musical sino como una forma de hacer y vivir el arte. También, como es usual en sus trabajos, ha pensado minuciosamente la estética que abordará, por lo que ahora en sus shows ha adoptado el cabaret como hilo conductor.

En una mañana lluviosa, luego de una presentación inolvidable en Bogotá, la cantautora se sentó unos minutos a hablar con ROLLING STONE en Español sobre su próximo álbum, cómo ha tomado inspiración en las vedettes y qué sintió al visitar a la Mon Laferte del pasado.

¿Cómo ha sido esta etapa de soltar Autopoiética?

Bien, fíjate que es raro porque de alguna manera siento que sigo ahí y quisiera seguir tocando esas canciones por mucho tiempo más. Entonces no ha sido fácil soltarlo, pero siento que necesito hacer música nueva, por una necesidad personal de crear. Pero yo podría decir que Femme fatale tampoco va a estar tan alejado de Autopoiética.

¿Qué comparten Autopoiética con Femme fatale?

Yo creo que comparten un poco el espíritu experimental. Si bien ahora escuchamos ‘Otra noche de llorar’, que es una canción como mucho más clásica, pero dentro del álbum sí hay canciones que son un poquito más experimentales, mezclando un poco lo tradicional, como el jazz o el soul, con un poquito de lo contemporáneo.

¿Cómo decidiste que Femme fatale tuviera este enfoque más jazzero?

He estado escuchando muchísimo jazz, creo que el último año de mi vida, lo que más escuché es eso. Estoy enamorada de Charlie Parker, hay un disco de Miles Davis que me gusta mucho que es Bitches Brew y he estado escuchando mucho eso, así todo el tiempo en repeat.  Entonces claro,  de tanto escuchar jazz dije, “Quiero hacer un disco más jazzero”. No digo que sea un disco de jazz clásico ni nada por el estilo, es un disco de pop con inspiraciones de jazz.

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CRÉDITO FOTO: VAL PALAVECINO

¿Qué has podido notar del jazz como género musical y qué has abstraído de ello para tu música?

Lo que más me gusta es que siento que el jazz es pura poesía. Es desenfrenado, siento que los jazzeros son como estos poetas locos, como perdidos, como el estereotipo del poeta que no tiene casa y tienen vidas super trágicas, como los poetas malditos, como Rimbaud. Siento que los jazzeros son iguales, son entregados totalmente al compromiso del jazz y viven en esta vida sin freno porque la música que tocan es improvisación todo el tiempo. Imagínate vivir improvisando todo el tiempo, es como lanzarte al vacío.

Eso me emociona mucho, es algo que me conmueve y que yo creo que un poco lo busco cuando canto, que si bien no estoy improvisando todo el tiempo, siempre me gusta ponerme al límite y hacer canciones que son muy difíciles de cantar para tener esa sensación de que aquí puedo hacerlo muy bien o todo se puede ir un poco al carajo [risas] y me gusta eso del jazz, la improvisación.

También te mantiene alerta y exigiéndote.

Sí, me encanta eso de mantenerte alerta, de no estar en una zona de confort. Y sí debo decir que me gusta mucho este cliché de los artistas entregados y perdidos, con devoción absoluta a su arte, aunque eso te lleve a tener una vida miserable. A ver, no quiero tener esa vida, ya pasé por ahí en algún momento, pero sí es emocionante crear desde ese lugar.

¿Cómo llegaste a este concepto de la femme fatale?

En varias notas de prensa durante varios años me han puesto ese título, no es como que yo lo busqué, sino que por ejemplo dicen, “La femme fatale latinoamericana blablabla”, o “La femme fatale chilena hizo nosequé”. Me han ido poniendo ese título y yo no le tomaba mucha importancia. Yo decía, “A lo mejor por la estética, no sé”. Pero ya luego, como pensando bien, una femme fatal es una mujer que trae el desastre, la perdición, a la vida de estos pobres hombres que son conquistados y no se pueden resistir al encanto de una mujer [risas], pobrecitos. Entonces las femmes fatales usan todos sus encantos para tener poder y siempre son malas, siempre es un personaje como malvado. Pienso en femme fatale y pienso en las sirenas que con su voz le quitan el alma a los hombres.

Entonces pienso que es una idea bastante machista y también creo que una femme fatale de alguna manera ha sido una mujer feminista sin querer serlo. Han sido como mujeres super poderosas que toman el control de su vida. Según yo, el estereotipo de la femme fatale surgió como post Segunda Guerra Mundial cuando todos los hombres se fueron a la guerra y las mujeres empezaron a trabajar y a hacer un montón de cosas, a tomar como el rol del hombre y se volvieron super independientes. Ahí apareció más este personaje y me encanta. Si me consideran un poco malvada por tener el control con mis encantos vocales, me encanta, eso sí quiero ser yo [risas].

Ahora tus shows tienen un estilo cabaret, te cambiaste el color del pelo e incluso comenzaste a usar perfume para esta era. ¿Cómo has trabajado la estética para este nuevo proyecto?

[Risas] Sí, me comprometo mucho con el personaje. Siempre en cada disco, pienso en la estética, no es solo la música. De hecho, ahora tengo una idea para una canción y ya pensé antes en el video, o sea, todavía no tengo la canción pero ya pensé en el video.

Se te sale tu parte de artista plástica.

Sí, para mí es lo mismo. En Femme fatale obviamente es muy evidente la estética más vintage y más cabaret. Pero lo quiero llevar un poco al extremo, también lo quiero teatralizar un poco más. En el vídeo de ‘Otra noche de llorar’ me pongo una peluca mal puesta, un maquillaje súper exagerado, el vestido de lentejuelas. Es tomar esta estética pero también teatralizarla y dramatizar un poquito.

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CRÉDITO FOTO: VAL PALAVECINO

¿En algún punto te inspiraste en las vedettes de México?

Sí, amo las vedettes. De hecho, es muy gracioso porque yo siempre digo que yo soy compositora cantautora y vedette. El ser vedette es justamente eso, como una femme fatale, es una mujer guapa que aprovecha sus atributos físicos, pero es muy inteligente. Una vedette es una mujer tremendamente inteligente y yo amo eso de disfrazarme para ser Mon Laferte en el escenario, me gusta la media, el corset, nosequé… Amo todo lo que hay detrás, lo que es lo escénico, que va más allá del componer y de la música, sino que tiene que ver netamente con mi personaje y también como actriz. Yo soy muy, muy vedette.

De hecho hay una vedette en México que me gusta mucho, que me prestó un vestido, Astrid Hadad, ella es icónica y emblemática y es una vedette muy política y es muy inteligente y la admiro mucho. Es como, eso quiero ser yo de grande, ser ella.

Para inspirarte en este disco buscaste tus notas en diarios del pasado, ¿con qué Mon te encontraste leyendo esas notas?

¡Ay! Es muy fuerte, es difícil mirar hacia atrás. De hecho, mucha gente ve sus fotos de antes y dice, “Ay no, ¿Por qué me vestía así?, ¿Por qué hacía esto?, ¿Por qué decía esto otro?”. Y sí, para mí fue incómodo y me encontré con una versión de mí mucho más frágil, rota, muy insegura. Y como que me dieron ganas de ir para atrás y decirle, “Ya, tranquila, todo va a estar bien”. Porque obviamente cuando escribo todas mis notas, siempre la mayor cantidad de veces las escribo desde la fragilidad, porque buscando inspiración escribo en los peores momentos. Entonces sí, me encontré con una mujer que era un desastre y seguramente, tal vez, en el futuro, mire hacia atrás y diga, “Uy, qué mal estaba en ese momento de Femme fatale”, pero hoy me siento muchísimo más tranquila. Siento que va a ser muy sanador para mí cantar estas canciones porque le rasqué a la herida. Y yo pienso que al final, rascarle a la herida pero sacar la basurita de debajo de la alfombra te sana finalmente.

Fuente: Rollingstone

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