Estudiantes de la Universidad de Buenos Aires diseñaron un proyecto capaz de acabar con los huevos de crías del mosquito portador del dengue. La estrategia surge ante los incrementos de casos de la enfermedad en los últimos años, y consiste en distintas especies de peces ubicados en reservorios de agua estancadas que se comerán las larvas por nacer.
Desde la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba) utilizaron madrecitas del agua, panzuditos, junqueritos o tosqueritos para llevar a cabo su investigación. Estas especies, pertenecientes a la línea Jenynsia lineata y Cnesterodon decemmaculatus, demostraron ser una herramienta sustentable y efectiva contra el dengue.
Al ser especies nativas se adaptan rápidamente a los cambios de temperatura y permite que se coloquen en distintos espacios como piletas, estanques o contenedores de agua en desuso. Mientras se encuentren allí irán consumiendo todos los huevos que el Aedes aegypti coloca para reproducirse.
La población de estos peces tampoco es un problema. Ellos mismos se reproducirán siempre y cuando cuenten con el alimento necesario para hacerlo. Es decir, según que tantos mosquitos se encuentren por la zona.
“La prevención del dengue empieza en la fase acuática del desarrollo del mosquito. El uso de peces nativos para control biológico tiene que estar dentro de un plan integral de medidas, como descacharrar, usar repelente y mosquiteros, mantener cubiertos los brazos, entre las recomendaciones conocidas. Todas estas medidas de cuidado se deben utilizar juntas”, explicaba Alejandro López, coordinador del proyecto a La Nación.
Una manera ecológica de combatir al dengue
Además de acabar con los huevos, las madrecitas de agua y demás, pueden ingerir las larvas y las pupas, toda la etapa de desarrollo del mosquito que luego será portador de la enfermedad.
Por sus pequeños tamaños que va entre los 3 y 10 centímetros, son ideales para colocar en espacios que tengan 20 o más litros de agua acumulados. Un claro ejemplo que dan los organizadores de los proyectos son las piletas que no se utilizarán más hasta el próximo verano. Sin los cuidados necesarios o su vaciamiento, son el sitio ideal para la reproducción de estos insectos.
Sin embargo, recomiendan evitar aguas con productos químicos como el cloro, ya que es perjudicial para la vida de las mismas criaturas y terminaría acabando con ellos. El proyecto existe desde 2022 y desde ese momento entrega todo el año, menos en enero, los peces nativos a cualquier localidad del país que quiera una forma nueva para contener a los mosquitos. Cualquier interesado se puede contactar desde su e-mail [email protected] o por la cuenta de Instagram controlbiologico.fauba.
Fuente: Xataka.com.ar
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