
La vida después de Lionel Messi, desde otra perspectiva. Mientras Leo está disfrutando del fútbol en los Estados Unidos, en un martes repleto de fútbol de Champions sus dos equipos europeos en el pasado consiguieron cruzar el Rubicón de los exigentes cuartos de final de la Orejona. Y después de darse la cabeza contra la pared tras dejar partir a la Pulga y ver cómo otros (casi siempre el Real Madrid) levantan el trofeo más preciado, ahora los equipos de Hansi Flick y de Luis Enrique son serios candidatos a llegar a la final que se disputará el 31 de mayo en el Allianz Arena de Munich.
Barcelona vive un reverdecer de la mano de Lamine Yamal, el joven de 17 años que la rompe en cada partido e ilusiona a todo el mundo como el nuevo fenómeno que viste la camiseta blaugrana (cualquier parecido con Messi es una mera coincidencia). Claro que el pibe no está solo: hay un grupo que lo acompaña y juega con el estilo histórico del Barsa, tiene un goleador implacable como Lewandoski, un crack como Raphinha y un mediocampo que mecha juventud y un poco de experiencia. Con la receta de siempre, por ahora manda en la Liga, jugará la final de la Copa del Rey (ante el Real) y sueña con la sexta Champions (cuatro ganó con Leo).
El PSG vive un proceso diferente. Sigue siendo el rey en Francia, hace una semana ganó una nueva Ligue 1 y ya no hay dudas de que es el club más fuerte del país galo en este siglo. En Inglaterra se llevó un susto grande (de esos que tenía varios en Europa, pero con final infeliz), aunque logró sortear al Aston Villa e irá en semis ante el ganador de Arsenal y el Real Madrid.
El París sabe de sufrimientos y de desencantos en la Champions. De hecho por más petrodólares que le inyectaron, nunca pudo ganarla. Ahora el team de Luis Enrique intentará romper la sequía ya sin ninguna estrella top, pero con una buena estructura colectiva.
Fuente: Olé.com.ar
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