Con un sistema enfocado en la transmisión de datos a través de la luz, Taara se postula como el principal competidor de Elon Musk y Starlink luego de tener luz verde y salir de la fase “moonshot”. Su tecnología apunta a ser más eficiente y llegar de mejor manera a sitios poco habituales para los operadores de internet.
Taara es parte de Alphabet, empresa de la estructura de Google, que se inspiró en la falta de conectividad de más de 3.000 millones de personas en el mundo para crear su dispositivo. Su potencia es equiparable a la de un hogar conectado a una red de fibra óptica.
Aprovecha la luz para enviar datos y así liberarse de cualquier tipo de conexión o la necesidad de un satélite en órbita. Los Taara Lightbridge son torres que funcionan como puentes y pueden transmitir información en velocidades de hasta 20 gigabits (Gbps) por segundo a una distancia de 20 kilómetros. Se pueden conectar en una antena para que se conecte a otra en zonas despobladas o de difícil acceso.
¿Cómo funciona? Emite un haz de luz de 1,5 pulgadas con sus sensores, ópticas y espejos para que las torres se mantengan conectadas y alineadas. Esta línea de luz, que es invisible para el ojo humano, permite el intercambio de contenidos y la conexión a internet de otros dispositivos.

Su software dedicado permite que las unidades se conecten de manera automática entre ellas, facilitando su uso y evitando posibles errores humanos. Luego de empezar a probarse en 2017 y haber pasado por miles de países y evoluciones en su concepto, ya se encuentra dando servicio en Estados Unidos, India y el Caribe.
El futuro de Taara
Además de pensar en la brecha de conectividad, su nuevo producto está enfocado en el ahorro de energía. Un chip fotónico de silicio es la alternativa a las torres de Taara.
Redirige parte de la luz emitida entre las unidades para que llegue hacia él y así enviar internet a través del aire a velocidades de hasta 10 Gbps, gastando incluso menos que una bombilla de luz.
Taara Share es una de las funciones que estará disponible en todo el mundo. Probada en Kenia, consta de “una plataforma de software que facilita a los proveedores de servicios de internet la división de la conectividad en microtransacciones de pago por uso. Este modelo permite a los emprendedores locales revender el ancho de banda directamente a las personas de sus comunidades y compartir los ingresos”, explican desde el sitio oficial.
Fuente: Xataka.com.ar
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