La Policía Bonaerense detuvo este martes 18 de febrero a Leandro Tulia, ex entrenador de vela en el Yacht Club Olivos, quien en los primeros días de enero fue denunciado por Eugenia Bosco, medallista de plata en los Juegos Olímpicos de París 2024 junto a Mateo Majdalani en la categoría Nacra 17.
Lida Osores Soler, fiscal a cargo de la investigación, fue la que había solicitado aquello, algo que fue aprobado por el juez de Garantías de San Isidro Esteban Rossignoli. A La Nación, medio en el que la regatista reveló el calvario vivido con Tulia, le confió una fuente judicial que «por la entrevista se presentaron otras dos jóvenes que denunciaron haber sufrido abusos por parte de Tulia. Su testimonio público fue muy importante para la investigación”.
Los hechos que narró Bosco
«Sucedió cuando era muy chica, o sea, cuando estaba navegando en Optimist. No sé cómo explicarlo, pero fue algo que pasó, que no lo controlé, tenía 11 o 12 años y lo aparté de mi vida hasta hace un par de años que lo pude ver, trabajando obviamente y con gente acompañándome. Lo pude volver a mi mente y arrancó otro proceso. Yo sabía que había algo en mí, no sabía de dónde venía, pero sabía que había algo. Y cuando esto vino empecé a entender un montón de cosas», expresó en principio Bosco.
Relató que sentía que Tulia «controlaba» sus «miedos» y que, por no querer dejar de ir al club a disfrutar con sus amigos, se le «borró» el episodio, el cual volvió a traer a su mente hace cinco años, cuando vio el documental Atleta A de Netflix, que relata la historia de gimnastas de la federación estadounidense, como la mejor de todos los tiempos, Simone Biles, quienes denunciaron abusos sistemáticos del médico Larry Nassar (condenado a penas de entre 40 y 175 años de prisión).
A partir de ese momento, empezó a trabajar sobre ese dolor con su psicólogo y pudo contárselo a sus padres y amigos, hasta finalmente hacer la denuncia tras regresar de París 2024. «Entre mucho asesoramiento y mucha ayuda, conseguí hacer esta denuncia y me sentí muy liberada. La noche anterior a hacerla no paraba de llorar. No podía, realmente. Y al día siguiente me acompañaron mis padres y fue muy liberador, muy sanador. Desde ahí me sentí poderosa, es una sensación muy linda, encima con todo el momento (deportivo) que estoy viviendo. Esa sensación fue muy sanadora«, dijo.
Bosco expresó que le gustaría que su relato trascienda, también, para despertar la atención tanto de los demás deportistas como de los padres: «Me gustaría que llegue lejos, obviamente no por lo mediático, sino porque creo que es un mensaje lindo para la sociedad. Para niños, padres, entrenadores, para gente que trabaja en círculos así, con niños sobre todo o con mujeres, o lo que sea. Hay un montón de situaciones que se dan en las que no importa la edad. Pero hay que tratar de ser empático con la otra persona y pensar en lo que le estás diciendo, que tal vez un piropo o un comentario a la otra persona le está generando algo. Obviamente me encantaría que esto haga un efecto y genere un cambio. Sobre todo eso, que llegue mi mensaje».
«Estoy contenta de todo lo que estoy avanzando y de todos mis logros. Para mí esto es un logro muy grande. Obviamente no voy a descartar mi medalla, ¿no? Pero esto es un logro muy grande para mí. Diferente. Me siento muy liberada, trabajé un montón para estar hoy acá», cerró Bosco.
Fuente: Olé.com.ar
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