LA PLATA.- Axel Kicillof no cede en su apuesta para liderar el proyecto 2027 desde la provincia de Buenos Aires. Apalancado por un grupo de intendentes leales rechaza la propuesta de Sergio Massa de votar en las próximas elecciones legislativas en noviembre. Pero, al mismo tiempo, busca conciliar un calendario electoral en este territorio con Cristina Kirchner.
Es un equilibrio delicado que intenta Kicillof. Massa avala la suspensión de las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) en la provincia, pero dos de sus hombres fuertes en la Cámara de Diputados ya advirtieron que esa herramienta se negociará a cambio de consensuar la fecha en que se votará para renovar cargos en la Legislatura y en los Concejos Deliberantes de la provincia.
Con Cristina Kirchner el diálogo está cortado. No habla desde la convención en Moreno.
Romper no es el plan. Killof procura recomponer el vínculo con la expresidenta para conducir el proceso electoral en la provincia mientras sostiene el plan “Es con Axel”.
“Buscan proscribir a Cristina”, proclamó Kicillof la semana que pasó, a propósito del debate de ficha limpia. El gobernador marcó, así, en público que aún recuerda el código de lealtad de “soldado” de la ex Presidenta, con quién tiene diálogo interrumpido.
Mientras espera que suene el teléfono con un llamado de la exvicepresidenta para consensuar el esquema electoral en este territorio, el gobernador avanza en su armado: el acto en Mar del Plata que suspendió el primer fin de semana de febrero por la inseguridad tendría lugar el próximo sábado 22. Allí Kicillof volverá a tomar la iniciativa política devaluada por la ola de inseguridad en el Gran Buenos Aires.
El gobernador bonaerense apuesta a suspender las PASO en la provincia y luego fijar comicios desdoblados y anticipados a los programados por el gobierno nacional. Ese es el mejor escenario al que aspira para afianzar su proyecto.
Desdoblar las elecciones en la provincia de Buenos Aires para votar en noviembre, luego de los comicios nacionales, como propone Sergio Massa en un incipiente acuerdo con Cristina Kirhcner, no es la opción más competitiva para los 35 intendentes que apoyan a Kicillof.
La idea de realizar la votación bonaerense el 9 de noviembre, que promueve en los pasillos del poder el líder del Frente Renovador -y que podría llegar a tener un guiño de Cristina Kirchner-volverá a discutirse en la semana de manera extra oficial en los pasillos de la Lgeislatura. Alexis Guerrera, un hombre de Massa que preside la Cámara de Diputados, convocará esta semana a sesiones extraordinarias para retomar el debate sobre la ley impositiva, endeudamiento y presupuesto.
El tema no irá al recinto, por ahora, pero el menú electoral debe estar listo si se suspenden las PASO nacionales el jueves, en el Congreso de la Nación.
El gobernador prefiere adelantar las elecciones provinciales a las nacionales, según admitieron funcionarios con acceso al despacho de Kicillof.
¿Por qué? Porque en caso de que la Libertad Avanza se imponga en otras provincias antes de noviembre, el efecto arrastre de la boleta violeta podría determinar una simpatía de sectores indecisos o de centro, según se analiza en la Casa de Gobierno. Las encuestas preanuncian una elección en el interior del país similar a 2023, donde el mapa nacional se tiñó de libertario.
Votar en la provincia tras una ola violeta nacional podría fortalecer a sus adversarios, evalúa el equipo de asesores políticos del gobernador. Kicillof tiene la lapicera para fijar por decreto la fecha de elecciones en la provincia de Buenos Aires, según surge de la Constitución bonaerense.
Pero antes necesita terminar de definir quiénes serán sus aliados estratégicos, para llegar de manera competitiva a enfrentar a La Libertad Avanza. Si la fecha de noviembre que propone Massa no es elegible para Kicillof deberá ceder algunos otros casilleros para seducir al líder del Frente Renovador de adelantar los comicios. El partido de Massa tiene varios puntos fuertes a su favor para imponer su criterio, aún en una negociación.
La ley Balestrini
La ley 14.086, conocida como ley Balestrini, estableció las PASO en la provinciay fijó que el Poder Ejecutivo convocará a las primarias en un plazo no menor de 120 días y no mayor de 150 días de los comicios generales. En caso de que exista PASO en la jurisdicción nacional –sostiene el mismo artículo- las primarias deben celebrarse de manera simultánea.
La ley Balestrini fue impulsada por el expresidente Néstor Kirchner para evitar una jugada autónoma del entonces gobernador Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires. Y es aún hoy un gran escollo para la autonomía política del gobernador.
Kicillof necesita suspender las PASO antes de desdoblar o quedaría, una vez más, sujeto a los vaivenes de la elección nacional. Para que la agenda bonaerense tenga peso propio aparece como imprescindible suspender por este año las primaras abiertas, según los análisis que se hacen en la Casa de Gobierno.
En el entorno del gobernador esperan a que el Congreso suspenda la PASO nacional para activar el debate a nivel provincial. En la Legislatura ya existe un proyecto presentado por Rubén Eslaiman (Unión por la Patria).
La fuerza es primera minoría en Diputados y en el Senado. Pero Kicillof no tiene mayoría dentro de esos bloques, por lo que la suspensión necesariamente está sujeta a una ardua negociación.
Eslaiman es el presidente del Frente Renovador provincial y uno de los hombres claves de Massa. . El proyecto, que en su momento contó con el visto bueno del Poder Ejecutivo, suspende las primarias para la elección de diputados y senadores provinciales, concejales y consejeros escolares. La gobernación cuenta con que el presidente de la Cámara de Diputados, Alexis Guerrera, empujará esa reforma luego del primero de marzo.
Dentro de los bloques de Unión por la Patria, el massismo cuenta con diez diputados, entre ellos Guerrera , Eslaiman y Luciana Padulo, y una senadora: Sofía Vanelli. Pero dentro del bloque se topará con la oposición del sector mayoritario de los aliados a Máximo Kirchner, que dirigen la bancada, a cargo de Facundo Tignanelli, hombre de La Cámpora con peso propio en La Matanza, donde compite con el intendente Fernando Espinoza, aliado de Kicillof. La interna obligará al gobernador a negociar con algunos de los actores internos: ya en el Congreso quienes respondieron a Massa votaron afirmativamente a la suspensión de las Primarias mientras los legisladores alineados con Cristina Kirchner lo hicieron en contra.
El Frente Renovador se guarda una carta: intentará definir el día de la elección desdoblada el mismo día en que apruebe la suspensión de las PASO. No dará un cheque en blanco a Kicillof.
Atento a estos movimientos, Kicillof espera seducir a varios bloques opositores, que son ocho en la Cámara de Diputados bonaerense. Agustín Romo (La Libertad Avanza) ya presentó un proyecto para eliminar las PASO. Y hay otro proyecto de Gustavo Cuerva, presidente del bloque Unión, Renovación y Fe, que ya ha acompañado al mandatario peronista en otras votaciones controvertidas.
En tanto, otros temas quedaron pendientes de tratamiento en la Legislatura en diciembre último, como el debate por el presupuesto, con la nueva autorización a la provincia para endeudarse.
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