Siempre Mono: la historia de Marchesín, el buzo de Navarro Montoya y el sueño por cumplir

«¡Atajó el Mono!». El grito efusivo es de Agustín Marchesín. Pero no de este que llegó a Boca y se convirtió en el séptimo refuerzo. Sino del que soñaba con esto de pibito, el que se revolcaba en los potreros de San Cayetano (ciudad entre Tres Arroyos y Necochea), en donde «o sos de Boca o sos de River», según le avisaron a Olé. Y también en donde los gurises querían usar el buzo de arquero de Carlos Fernando Navarro Montoya o de José Luis Chilavert, con su bulldog inmortal en el pecho. A Marche, para una Navidad, le llegó el del Mono. Y ahí empezó todo.

Ese buzo lo pidió él. No fue casualidad. ¿Qué le llamaba la atención? Cómo atajaba y cómo se revolcaba el ídolo de Boca, pero también el show que daba por aquellos años el arquero que atajó 479 partidos, que se convirtió en uno de los íconos de la década del 90, y que marcó una época top del fútbol argentino.

Hoy, con 36 años, Marchesín es el arquero de Boca. Hoy, cumple uno de sus sueños. Como hincha, sí, pero también como uno de los dueños de los tres palos que una vez fueron de Navarro Montoya, su ídolo máximo en el puesto, más allá de que también tuvo como referente a Óscar Córdoba; y saliendo de Boca a Chiquito Bossio como guía y maestro e Iker Casillas, siendo el español una de las razones por las que decidió dejar el América para ser su suplente en el Porto por la admiración que le tenía.

“Desde la camiseta del Mono a esta oportunidad muy linda, siempre atajé también con la camiseta de Óscar (Córdoba). Para mí es un sueño estar acá. Es una oportunidad importante en mi carrera pese atener 36 años y haber pasado por varios clubes. Esto es muy importante. Voy a defender esta oportunidad como un hincha. Para ser jugador de Boca tenés que serlo las 24 horas”, dijo el ex Lanús en su presentación, en la que también avisó que «Román es mi ídolo de la infancia».

Inmediatamente fue correspondido por su ídolo, nada menos. «Gracias Agustín Marchesín por tanto cariño y respeto», le dedicó una historia de Instagram el Mono (58 años), quien fuera Director General de las Divisiones Juveniles e Infantiles de Boca en el inicio de la gestión de Juan Román Riquelme como dirigente, aunque duró poco. Actualmente, y luego de su participación como panelista de TV, volvió al ruedo: a fines de 2024 asumió como el nuevo el entrenador de Santamarina de Tandil en la Primera Nacional.

La respuesta de Marche no tardó en llegar: «Te admiro mucho Mono querido». Casualmente esa historia que reposteó Carlos Fernando era un montaje de Marchesín con su histórico buzo en la que se ve una caricatura del Mono conduciendo un camión, con CFNM -sus iniciales- inscriptas en la patente. Esa camiseta marcó un antes y un después, y dio mucho de que hablar por su diseño original y llamativo, que no era propiedad del arquero de Boca (fue en homenaje al arquero alemán Jörg Schmadtke, que usaba una remera similar).

Como sea, en Argentina la hizo famosa el Mono. Por él la conoció Marchesín, con ella se revolcó en la tierra de sus pagos e incluso la que usó en una foto hace unos años. «Alcanza sus sueños quien lucha por ellos», escribió junto al a imagen en 2018, cuando el Xeneize ya lo estaba buscando.

«Es un arco especial, para mí es muy especial, pero que es una oportunidad muy linda que no quiero desaprovechar, y demostrarle a la gente por qué estoy acá», avisó en su presentación Marchesín, el nuevo arquero de Boca que ya se prepara para debutar un cumplir otro sueño más. ¿Se animará a atajar alguna vez con el buzo del Mono? ¿Quizá en una serie decisiva de la Libertadores?