Siempre es satisfactorio cuando la ciencia y la tecnología interactúan para desarrollar potenciales soluciones que marquen una diferencia en la calidad de vida de quienes más lo necesitan, y eso es lo que este equipo del CONICET está haciendo posible junto con la Fundación Síndrome de Rett (SinRett) Argentina.
En todos los casos, son personas (en su mayoría niñas) que presentan condiciones neurológicas que paralizan el desarrollo y el ejercicio funcional del lenguaje expresivo, tanto escrito como oral. El proyecto se llama “EntteR: estrategias de accesibilidad”, y busca identificar cuáles son las tareas que las personas con Rett u otras condiciones neurológicas –en particular personas con dificultades motrices y en el habla– no están pudiendo realizar en su contexto social y plantear una manera en que las tecnologías compensen esas funciones o extender la capacidad comunicativa.
Tecnologías para la comunicación aumentativa utilizadas por el Equipo EntteR: notebook, tracker ocular, software de comunicación aumentativa, tarjetas y tableros de comunicación aumentativa. Foto: María Andrea Guisen. Así que eso es lo que hacen: estimular la inclusión social de personas con diferentes discapacidades mediante el desarrollo de estrategias de accesibilidad comunicacional para la participación social (que abarca casi todas las áreas de una persona, como la educativa, la laboral y otras actividades de la vida diaria). Pero ¿cómo lo hacen?
Bueno, el proyecto plantea que es posible para este grupo extender sus habilidades para expresarse y, por ende, también sus posibilidades de participación social, haciendo uso del potencial de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). «Como los sistemas de eye tracking (seguimiento de ojos) aplicados a la comunicación aumentativa», afirma María Andrea Guisen, investigadora del CONICET en el Centro de Altos Estudios en Tecnología Informática (CAETI) de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) y directora técnica del proyecto.
Ese es una de las tantas posibilidades que se van encontrando. También se utilizan diferentes periféricos para el acceso a la computadora: los tradicionales mouse, lápiz óptico y teclado, o variaciones específicas de las versiones originales, como trackball, mini teclado o mini mouse. Además, cuentan con periféricos alternativos como mouse por botones, de palanca, teclados aumentados y switches. Cuando es necesario, hasta generan desarrollos tecnológicos propios. En cuanto a los dispositivos centrales, utilizan notebooks, tablets o celulares, dependiendo de cada caso. Se emplean también trackers oculares, softwares específicos compatibles con este tipo de dispositivos, así como softwares de comunicación aumentativa.
La investigadora resalta que esta interacción de recursos tecnológicos, humanos y conocimientos genera una dinámica de innovación social. «Es sabido que los recursos tecnológicos por sí mismos no logran nada, que las posibilidades de poder promover la participación social de quienes tienen diferentes condiciones tecnológicas no depende únicamente de contar con las tecnologías adecuadas, sino también de que el contexto en el cual esa persona participa y todo su grupo de apoyo se dirijan hacia un mismo lugar, hacia una actitud no excluyente», señala.
“Una persona puede comunicarse hablando o a través de un dispositivo informático con síntesis de voz –sí, como el que usaba Stephen Hawking– que emule su oralidad. Lo fundamental es legitimar lo que esa persona expresa y reconocer su derecho a comunicarse por sí misma”, afirma Guisen.
Cómo funciona EntteR
Así, el proyecto se tejió a medida de quienes lo necesitan: seleccionan la tecnología de una amplia variedad según cada persona, y la trasladan allá donde estén los pacientes. Es decir, que el equipo visita escuelas especiales, domicilios particulares, centros de rehabilitación, hospitales y cualquier otro lugar a lo largo de todo el país. Bien federal. Allí les realizan una evaluación de accesibilidad y en función de ello van probando alternativas.
A veces utilizan solamente un dispositivo, pero siempre trabajan con hardware y software, a veces de libre acceso, a veces de carácter comercial y, en ocasiones, desarrollan sus propias tecnologías. Van probando distintos recursos, hasta que la persona puede realizar las tareas para las que tenía dificultad.
Esto genera, a su vez, la necesidad de trabajar en red, con las entidades y profesionales cercanas al domicilio de las personas con las que trabajan, “para que la estrategia sea sostenible en el tiempo y que el conocimiento no sea hegemónico de los científicos del CONICET, sino que se pueda construir en conjunto, que sea transferible a los recursos humanos que estén en el terreno y situados donde se encuentra el destinatario”, afirma Guisen.
Fuente: Xataka.com.ar
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