“Verdor de mate en la hoja/pequeño sol que amanece/ iluminando los versos/ de una coplita que crece”, canta en su tema “Zamba de mancha y papel”, Carlos Aguirre, quien le dedico un tema, al igual que muchos otros, a la principal infusión de Argentina, el mate.
Con su propio Día Nacional siendo el 30 de noviembre, el mate y la yerba mate son un elemento identitario del país y que, a pesar de las diferencias, terminan uniendo a los argentinos en charlas, desayunos, meriendas o en cualquier momento del día sin importar las condiciones.
El amor que Argentina le tiene a esta bebida es tanto qué, especialistas del CONICET, lograron descifrar el genoma de la yerba mate (Ilex paraguariensis) y así mejorar su producción para industrias alimentarias, farmacéuticas y en la biotecnología.
“Este proyecto tuvo como objetivo secuenciar (‘leer’) el genoma (‘ADN’) de la planta de yerba mate (Ilex paraguariensis) para comprender, entre otras cosas, cómo produce la cafeína, uno de sus componentes más importantes”, comentaba Federico Vignale, primer autor del estudio. Además, se encargó de confirmar un mito muy expandido por los consumidores de mate, “el mate contiene cafeína, no ‘mateína’. De hecho, la molécula de ‘mateína’ no existe”.
Beneficios de conocer el genoma de la yerba mate
La yerba mate se caracteriza por ser una planta que al consumirla con agua caliente tiene propiedades antioxidantes, antidiabéticas y estimulantes del sistema nervioso para el ser humano. Empero, suele generar acidez y malestar estomacal en muchas personas.
El reconocer su código genético permitirá que se puedan producir variedades de yerba que no tengan estos efectos secundarios y solamente los positivos. Además, también se podrían desarrollar variantes descafeinadas y exportarlas a nuevos mercados o países donde su consumo es poco habitual todavía, adaptándose a las necesidades de la población.
“Hoy la cafeína es el principal compuesto fitoquímico de importancia económica en el mercado tanto del café, té o mate, pero ahora, con este avance recién publicado, abrimos la jugada a nuevos mercados desde el conocimiento de la genómica para el mejoramiento de la planta con la posibilidad de desarrollar productos descafeinados con plantas que naturalmente no produzcan ese alcaloide y sí produzcan, en mayores cantidades, otros compuestos vegetales de alto beneficio para la salud dadas sus propiedades antioxidantes, antidiabéticas y estimulantes del sistema nervioso”, explicaba Maximiliano Rossi, investigador que participo del proyecto como parte de su tesis de doctorado.
Gracias a plantaciones de las provincias de Misiones y Corrientes, de las que sacaron las muestras para todo el estudio, también lograron identificar que la generación de cafeína en la yerba es diferente a la del té o café.
¿Por qué? Según sus determinaciones, hace 50 o 70 millones de años la planta sufrió una duplicación genética que le permitió obtener compuestos naturales diferentes para sus propiedades antioxidantes, antidiabéticas y estimulantes del sistema nervioso.
“El camino recién empieza, pero lo importante es que a partir de los resultados que presentamos en nuestro trabajo pueden derivarse múltiples proyectos con potenciales aplicaciones en la industria alimenticia y farmacéutica”, sostenía Pedro Zapata, también autor del estudio.
Fuente: Xataka.com.ar
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