El nuevo capítulo de la novela Boca-Medina-Estudiantes: todo lo que hay que saber y qué puede pasar

La novela no había terminado, eso estaba claro. Pero entre Boca y Cristian Medina (y el tercero en discordia que desde hace unas semanas es Estudiantes) parecía que los siguientes capítulos ya serían dialécticos o enfrentados dentro de la cancha. Sin embargo, este sábado por la noche explotó una bomba que no estaba en los planes de nadie y que pone en riesgo el traspaso más polémico de los últimos años.

Es que según se pudo saber, el departamento legal del Xeneize elevó su preocupación a AFA porque la ejecución de la cláusula de rescisión de Medina por más de 15 millones de dólares fue pagada por un particular y no -como legalmente debería ocurrir- por el propio jugador o incluso por el club de destino. Así, la operación entró en un limbo que en las próximas horas deberá ser resuelto por la entidad madre del fútbol local. ¿Por qué? ¿Qué podría pasar? ¿Cómo puede terminar? ¿Qué puede haber detrás de todo esto?

Lo primero que se advierte como una irregularidad es el hecho de que el pago se haya realizado desde una cuenta bancaria del propio empresario Foster Gillett, algo explícitamente prohibido en los estatutos de FIFA y que consta también en los reglamentos de AFA. Y a partir de una nota que Boca le elevó a AFA en las horas siguientes a la recepción del dinero, ahora será ésta quien deba decidir cómo sigue la historia.

La elevación del caso por parte de Boca responde justamente a ese escenario en el cual podría ser sancionado fuertemente por no acatar las reglas, y es por eso que desde el club vendedor se expuso la situación. Las sanciones -según reza desde el año 2015 el artículo 18ter del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores- son aplicables en el caso de que un tercero que no fuera un club reciba la concesión o el derecho de participar del valor de un futuro traspaso o le otorgue derechos relacionados a un futuro traspaso.

Esto, traducido, significa que legalmente los jugadores deben ir de club a club, siempre. En este caso, tratándose de una ejecución de cláusula, debería haber corrido por cuenta de Cristian Medina o bien de Estudiantes, ya que los contratos que celebra Boca contemplan que -para facilitar la coyuntura por ese tipo de salida- también un club pueda ser el ejecutor del botón de salida.

Incluso, en Boca argumentan que actuaron por la obligación que tiene la institución por normativa UIF (por ser sujeto obligado), a conocer el origen de los fondos de una transferencia recibida en montos de esa índole por parte de privados. En el caso de que quien envía sea un club, el contrato avala esa movida, pero del modo en que se hizo esta operación no.

Mientras tanto, en el Pincha no hay más alertas que de la complicación que surge a partir de las novedades, las cuales podrían demorar o poner una traba para la llegada de su refuerzo estrella del mercado. Es que -según argumentaron por lo bajo- el club platense incorporaría un jugador en condición de libre, independientemente de cómo se haya producido ese desenlace con el club de origen. Y teniendo en cuenta que aún Medina no fue presentado ni comenzó a trabajar en Estudiantes, no habría ningún riesgo de sanción al respecto.

Ante la intervención de AFA, lo más probable es que la operación se declare nula y que Boca devuelva el monto recibido a la cuenta de origen. Y la solución, en este caso, sería que el propio Medina reciba los fondos y ejecute la cláusula. O bien lo haga Estudiantes, tal como lo hicieron Brighton con Valentín Barco y Al-Qadisiyah con Equi Fernández, en otros momentos del 2024.

Mientras tanto, la situación del jugador sí debería tener un retroceso hasta tanto se resuelva si finalmente avanza en la misma dirección (rumbo a La Plata) o si algún camino alternativo vuelve a aparecer en el horizonte. Pero lo claro es que -sin cláusula ejecutada de manera legal-, Medina debería volver a entrenar con Boca como lo indica su contrato vigente.