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Pocos lo saben, pero la primera ciudad de Latinoamérica que tuvo electricidad está en Argentina

La ciudad de La Plata es conocida por sus calles numeradas, sus diagonales eternas y que cruzan toda la ciudad, sus equipos de fútbol, Estudiantes y Gimnasia, y por ser la capital de Buenos Aires, pero seguro no sabías que fue la primera en contar con un servicio de alumbrado eléctrico público en Latinoamérica.

Fundada en 1882, guarda en sus calles innumerables memorias y anécdotas. La que nos reúne aquí es aquella en donde, para 1884, dos años después, se instalaron los primeros tendidos de pruebas en la calle 5 entre 51 y 53.

Dardo Rocha, quien fue fundador del municipio, en ese entonces senador de la Provincia de Buenos Aires, sabía que la Ciudad de Buenos Aires había rechazado un proyecto de la Brush Electric Company, por lo que se comunicó con el dueño, Walter Cassels, para llevar a cabo la iniciativa.

450_1000 Pocos lo saben, pero la primera ciudad de Latinoamérica que tuvo electricidad está en Argentina La Plata, 1883, un año antes de las primeras instalaciones.

Así, con las pruebas realizadas y el visto bueno de Rocha, un 27 de abril de 1886 La Plata se transformó en la primera ciudad en Latinoamérica en contar con tendido eléctrico público.

El estudio se realizó sobre la casa de gobierno y daba energía a una torre de 50 metros. 

¿Qué beneficios le trajo a La Plata?

CABA, al ver que el sistema no se había implementado en las principales ciudades del viejo continente, dudaba sobre su efectividad, beneficios a los ciudadanos y el ahorro que este podía ofrecerle en materia económica. A pesar de ser la capital del país y contar con el gran flujo económico que siempre lo caracterizo, se mantuvo con el gas.

Los faroles a gas en La Plata generaban mucho gasto para la iluminación que devolvían. Según datos de la época, se utilizaban alrededor de 1.800 y 2.000 faros de luz que producían cerca de 27.000 bujías (nivel de intensidad). Pero, con el tendido realizado por Walter Cassels, con 200 focos alcanzaban 140.000 bujías de fuerza y se ahorraban más de la mitad del dinero.

Con el tiempo la ciudad se vio los beneficios de su decisión. Poco a poco llegaría a las casas y comercios de la zona para que, en 1892, empezase a funcionar su tranvía eléctrico.

Fuente: Xataka.com.ar

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