De seguro no tenías idea de que las empresas mineras tienen, en realidad, un alto riesgo de fracasar. Eso sucede porque la exploración geológica, en cualquier parte del mundo, tiene alrededor de un 10% de chances de encontrar minerales y solo cerca de un 1% de que puedan convertirse en yacimientos económicamente rentables. Y hoy por hoy, el cobre y el litio son metales cada vez más requeridos para la transición energética.
En ese contexto es donde aparece DG Exploraciones, una Empresa de Base Tecnológica (EBT) del CONICET, fundada por el investigador Diego Guido, geólogo del organismo, profesor de la Universidad de La Plata, Director del Instituto de Recursos Minerales (UNLP-CIC) y quien dirige la empresa en cuestión.
“Una empresa de base tecnológica es una manera dinámica para facilitar los procesos de transferencia público-privada. Es la forma más eficiente de trabajar como científicos con el sector privado”, indica Guido en el artículo publicado por el CONICET.
DG Exploraciones está formada por un equipo de académicos especializados en metalogenia aplicada a la industria. “Nuestro principal objetivo es darles predictibilidad a las empresas mineras para llevar adelante sus exploraciones”, expresa el director. “Brindamos asesoramiento, ideas, trabajos puntuales para entender cómo son los depósitos minerales y destrabar todo tipo de problemas que surgen durante la exploración de los terrenos”.
Aclaremos primero que se trata de la primera empresa dedicada a asesorar a las compañías mineras nacionales o internacionales que desembarcan en Argentina para explorar los suelos en busca de yacimientos minerales. Nuestro país es el número 15 en el mundo en la lista de los sectores mineros más codiciados, y contribuye con un 0,65% del PBI minero global, gracias a las toneladas de oro, plata, cobre, litio, plomo, zinc y otros metales permanecen ocultas bajo la tierra.
Las dos partes ganan: explotación de los suelos y conocimiento científico
El equipo de DG Exploraciones brinda, desde hace más de dos décadas, servicios a diferentes empresas, grandes compañías de capitales nacionales como Austral Gold o Patagonia Gold, o extranjeros como Minera Andina del Sol, Argentex Mining o Astra Exploration, de países como Canadá o Estados Unidos. Lo que estas empresas ganan es minimizar lo más posible los riesgos en sus proyectos.
El trabajo consiste, específicamente, en estudiar los territorios, asesorar en las diferentes etapas de una prospección, diseñar programas de exploración de la superficie, observar las capas del subsuelo y trazar planes para realizar las perforaciones.
El caso de Austral Gold y el yacimiento Guanaco, Chile, es el ejemplo perfecto. La compañía se encontraba completamente desorientada: hallaba minerales de oro y plata de manera aleatoria, en algunos sitios sí, y en otros no. Entonces, los científicos de DG generaron un modelo para ubicar el origen del problema, y para ello, trazaron los mapas del sector y digitalizaron todos los documentos preexistentes en la mina. Luego de analizar la geología del lugar y más de 100.000 perforaciones que la empresa había hecho, descubrieron que había una formación de rocas volcánicas que provocaba que los fluidos chocaran y por debajo de esas rocas se formara un reservorio donde se concentraban los minerales de manera preferencial.
El proceso entero llevó alrededor de un año y medio de trabajo, lo que sirve como referencia de lo extensos que puede resultar la etapa de exploración en proyectos mineros. Luego replicaron este modelo, exitoso, en otros yacimientos de Argentina, como Veladero y de la empresa Minera Andina de Sol. De los trabajos, los becarios doctorales y postdoctorales que integran DG, recopilan información muy valiosa para sus investigaciones.
“Las empresas mineras suelen tener muchos datos de mapeos geológicos, muestreos geoquímicos, relevamientos geofísicos y perforaciones en sus proyectos, estudios que cuestan millones de dólares y son oro puro para nosotros. Recolectar esa información a los científicos nos podría llevar toda una carrera académica. Trabajar con el sector privado minero nos permitió y nos sigue permitiendo acceder a esa información, y previo acuerdo con las empresas, potenciar su valor tanto para la industria como para el mundo académico y científico. Por eso mismo, estos procesos de asesoría son de ganancias para ambas partes: la empresa mejora sus procesos de exploración o de producción, y nosotros generamos conocimiento científico gracias al trabajo con toda esta información”, revela Guido.
Fuente: Xataka.com.ar
Share this content: