Trastienda del G20 en India: qué agenda política trató en reserva Alberto Fernández con Georgieva, Biden y Lula

(Enviado especial a Nueva Delhi) “Necesito que gane Sergio (Massa), lo necesito”, enfatizó Lula da Silva cuando saludó a Alberto Fernández en el sitio reservado a los jefes de Estado que participan de la Cumbre del G20 de la India. El presidente sonrió a su estilo, abrazó a su amigo personal que derrotó a Jair Bolsonaro en los últimos comicios y prometió que el candidato oficialista vencerá a Javier Milei, si finalmente se cruzan en el balotaje previsto para noviembre.
Lula da Silva sabe qué sucede cuando la institucionalidad política pisa el borde del sistema democrático -ya lo vio con Bolsonaro-, y está comprometido a empujar un eventual triunfo de Massa. El presidente del Brasil ató una relación cercana con el candidato de Unión por la Patria y colabora con la gestión diaria del ministro de Economía, que soporta una debilidad estructural en las reservas del Banco Central y en pocos días confirmará que la inflación de agosto será de dos dígitos.
Alberto Fernández aseguró en Nueva Delhi que Patricia Bullrich se estancó y que Massa crece con el correr de las semanas. Estos datos que maneja el presidente fueron compartidos durante los minutos de diálogo reservado que protagonizó con Lula da Silva.
Milei aseguró que terminaría con el Mercosur si llega a la Casa Rosada, y esa premonición puso en alerta al presidente de Brasil, que desplegará toda su influencia regional para fortalecer las chances de Massa.

Antes de saludar a Lula da Silva, el presidente se encontró con Kristalina Georgieva. Alberto Fernández y la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) mantienen una relación política en zigzag: fue cálida en tiempos de Martín Guzmán y después se enfrió cuando el staff del Fondo presionó para que Massa ejecute una devaluación del cien por ciento.
Cuando vencían los pagos de julio, que Argentina cumplió por la colaboración clave de Xi Jinping y la CAF, Alberto Fernández y Georgieva cruzaron una negociación vía zoom que fue áspera y compleja. En ese momento, el presidente le recordó a la directora gerente que el país continuaba pagando sobrecargos -una tasa de interés especial que fija el Fondo para sostener su burocracia mundial-, y que ella se había comprometido a reducirlos durante un cónclave que tuvieron en Roma.
Con la relación política descascarada, Alberto Fernández decidió que no tenía sentido acordar en este G20 una reunión formal con la directora gerente del FMI. “Ya no hay nada que hablar. Pudimos pagar porque hable con Xi Jinping, y encima ellos (el Fondo) nos siguen cobrando los sobrecargos”, comentó anoche el jefe de Estado.
Pero Alberto Fernández y Kristalina Georgieva hoy se encontraron de casualidad en el Salón VIP del G20, y los dos se atuvieron al guión formal de los foros multilaterales. De todas maneras, Georgieva asumió como está su relación con el presidente y estuvo largos minutos argumentando que el staff del FMI -a veces- toma decisiones que pasan por encima de los acuerdos políticos que se cierran en la Casa Blanca.
Alberto Fernández sabía a qué hacia referencia la directora gerente del Fondo. El presidente y Massa habían cerrado una línea de acuerdo con el Consejo de Seguridad Nacional de Biden y la Secretaría del Tesoro de los Estados Unidos para pagar en tiempo y forma, y a continuación el staff del FMI quebró ese compromiso político y planteó en un zoom que Argentina debía devaluar al 100 por ciento, si quería 7.500 millones de dólares en desembolsos para enfrentar los vencimientos hasta fin de año.
“Yo voy hablar sobre eso y también le quiero decir que en noviembre vamos a tratar el asunto de los sobrecargos”, le adelantó Georgieva a Alberto Fernández. El Presidente escucha esa promesa desde hace tres años. Y sonrió con diplomacia.
En su discurso Alberto Fernández tenía un párrafo dedicado al FMI, y no hizo el gesto de borrarlo frente a los comentarios informales de la directora gerente. Minutos más tarde, Alberto Fernández leyó en tono neutro: “El cambio climático alteró todos nuestros planes y el Fondo Monetario Internacional del que somos deudores, se aferró a sus dogmas y se mostró incapaz de innovar con nuevas soluciones para enfrentar la catástrofe”.

Al concluir la sutil refriega con la directora gerente del FMI, Alberto Fernández saludó a Joseph Biden. Fue un chit-chat cordial y distendido: cruzaron saludos para sus respectivas primeras damas, y se comprometieron a otro encuentro informal –pull aside, en la jerga diplomática- antes que concluya la Cumbre del G20 de la India. Podría ocurrir esta noche, en la comida de gala que ofrecerá Modi en el Centro de Convenciones Internacionales.
Fuente: InfoBae