Se hizo famoso en Cuestión de Peso y hoy es el nutricionista de Los Pumas: cómo es la singular dieta del plantel argentino en el Mundial de rugby

“El que está en Los Pumas, es porque tuvo una infancia alentando a Los Pumas”, subrayó el licenciado en nutrición Diego Sívori, mientras luce una campera celeste con el felino característico de la selección argentina de rugby. En el terreno de la ovalada, la alimentación de los jugadores es extremadamente importante al tratarse de un deporte de contacto y el bonaerense de 41 años recorrió un largo camino para ganarse un lugar entre la delegación que está en Francia para disputar una nueva Copa del Mundo.
En su trayectoria hacia el alto rendimiento, siempre tuvo presente esa mezcla entre la ovalada y los canales de televisión. Tras graduarse en la Universidad de Buenos Aires con el mejor promedio de su camada, sumó su primera experiencia en la Unión de Rugby de Buenos Aires donde realizaba antropometrías mientras era fullback de la Primera División de GEBA. Además, trabajó junto a personalidades importantes del tenis como David Nalbandian y Guillermo Cañas en el área nutricional.
El perfil de Diego comenzó a tomar mayor relevancia cuando pasó a ser columnista en Canal 26, pero el gran salto lo dio cuando formó durante cinco ediciones del panel del célebre programa Cuestión de Peso y se ganó el corazón del público que lo consumía. Allí trabajó junto a Alberto Cormillot, donde se especializó en un tema sensible como la obesidad.
En el presente Sívori tiene su propio centro, da clases tanto en la UBA como en la UADE, integra el equipo del Club Newman, escribió dos libros, participa del programa de TV Cocineros Argentinos y es parte del área de nutrición en Los Pumas desde febrero de 2020. Toda la vida vinculada al rugby en parte es gracias a su abuelo y su padre Luis Sívori, quienes también defendieron los colores de GEBA. “Fue una triple generación en el club. Yo jugué desde los cinco años hasta los 28 y ahí arranqué con el trabajo en los medios. Como no se podía entrenar y trabajar, tuve que tomar una de las decisiones más difíciles de mi vida”, supo admitir. Hoy Diego camina los pasillos del complejo deportivo Jean-Gaillardon – Les Salines a la espera del próximo encuentro de Argentina en el máximo certamen del deporte.

Controlar a un plantel de 33 integrantes no es para nada sencillo, pero Diego explicó que es un proceso que arrancó desde las Inferiores. “No es educación solamente. Es un trabajo que se va haciendo desde la infancia de un jugador de este estilo y también estar muy cerquita de los detalles. Los jugadores de rugby con muy detallistas al nivel que hay veces que yo les tengo que pedir que bajen un poco con la parte nutricional. Se criaron en el mundo del detalle y, como la alimentación está vinculada a lo emocional, alguno capaz piensa que comer una hamburguesa merma su rendimiento y se aleja de esos alimentos. Ahí es donde aparece el rol del nutricionista para equilibrar esas emociones y esos permitidos en los jugadores”, explicó Sívori en charla con Mundo UAR.
Ya con amplia experiencia sobre sus hombros, el nutricionista explicó cómo se planea la carta de Los Pumas antes de salir del país: “Por lo general un mes antes de cada una de las giras ya el menú sale para los responsables de la distribución en cada uno de los hoteles a los que van los jugadores. El nutricionista tiene que estar en el detalle de ese servicio alimentario para que cuando lleguen los chicos al lugar tengan lo que uno quiere que tengan. Los jugadores tienen cuatro instancias de comida: un desayuno, un almuerzo, un snack de media tarde y una cena”.
Para un jugador de rugby, su peso y composición corporal es muy importante, por lo que Diego realiza un seguimiento diario. “Todos va dependiendo del día de entrenamiento, la intensidad y se va conversando con ellos en base de hacer una comida más cargada de carbohidratos. Un almuerzo por lo general cuenta con dos opciones de carbohidratos, que pueden ser fideos, ravioles, ñoquis, pueden tener papa y dos opciones de proteínas”, detalló al respecto en el canal oficial de Los Pumas.
La función de estar siempre alerta ante cualquier cambio físico de cualquiera de los integrantes es fundamental: “Cuando veo que alguno de los jugadores baja de peso de forma abrupta es que quizás está teniendo un desgaste superior a lo que está ingiriendo. Ahí vamos y acompañamos a ese jugador para que empiece a manejar esos platos de forma distinta. Vemos la composición corporal para entender qué es ese peso que está subiendo y una vez que descubrimos y puede llegar a ser de masa grasa, lo que hacemos es charlar con el jugador para adapte sus platos. Podemos aconsejar sume más vegetales o baje los carbohidratos. La conversación día a día en la concentración o durante la gira es fundamental”.

Además, detalló algunas de las características que piden específicamente para las giras internacionales. “Por ejemplo, las carnes no se puede igualar a la de acá. Los asados hay que planearlos viendo dónde vas a estar y en base a eso ver si se puede arriesgar. A las milanesas ya les encontramos la vuelta, sabemos dónde son ricas y dónde no. Las salsas para las pastas pedimos que estén separadas: pasta por un lado y salsas por el otro. Aclaramos en todos lados que no haya picante porque acá no solemos comer con picante y en otros lugares del mundo lo usan mucho. Todo eso se va armando gracias al feedback del jugador”, añadió Diego.
Por otro lado, explicó cómo se segmenta la suplementación de los jugadores de Los Pumas. “Es personalizada e individualizada, siempre supervisada por el nutricionista, pero nunca va a ser más importante que la alimentación. Pero para reforzar en viajes suele ser muy importante”, comentó Sívori. Y cerró con otro concepto: “Hidratarse es igual de importante. Tomar medio litro de algún agua antes de entrenar, hidratarse también el día anterior es clave. Cuando se trata de rutinas fuertes se puede ingerir bebidas deportivas así se reincorpora agua, hidratos de carbono y ciertas sales que podría estar perdiendo el jugador por la transpiración. La idea es encontrar un equilibrio”.
La mirada sobre los físicos de los jugadores muchas veces es crítica, pero Diego defiende el trabajo que se realiza en el rugby. “Cuando uno ve a un Lavanini o un Kremer el imaginario popular es que ‘seguramente se suplementan’ y en realidad cuanto más avanzado estás en la elite, más interés hay en la alimentación y menos en justamente los caminos alternativos que uno puede imaginar. Se trabaja desde edades muy tempranas y por eso se selecciona a los jugadores desde edades muy tempranas dependiendo de sus contexturas físicas”, argumentó el licenciado.
En un día de partido el equipo de nutrición de Los Pumas prepara para el desayuno una mesa con panes integrales, cereales, avena, miel, mermeladas, mantequilla de maní, frutas, yogures, leches y se priorizan productos magros. Por el lado de los integrantes que toleran menos la lactosa agregan leches deslactosadas, huevo revueltos y cocidos para las proteínas, además de otro sector con semillas y frutos secos. “Los jugadores equilibran sus platos. No apuntan a la cantidad sino a la calidad del alimento”, detalló.

Cuando en el cronograma hay un entrenamiento a media mañana se arma una mesa de snacks para el post, con frutas o budines. Para el almuerzo hay verduras crudas y cocidas, fuentes de proteínas frías como pollo, atún, kanikama o calientes como churrasquito de cerdo, omelette y base de carbohidratos en las que se incluye la papa o pastas. “La vida de un deportista de alto rendimiento es muy rutinaria. No están las milanesas fritas, los sorrentinos o la pizza. Hay que variar para que no se aburran de comer siempre lo mismo”.
En los postres se incluyen gelatinas, frutas nuevamente, y una opción más calórica para los que deben subir de peso. “En el menú siempre tiene que haber una alternativa para descarga de peso por si llegan muy pesados de las vacaciones y para los que tienen que subir si vienen de una temporada intensa con sus clubes”, reveló Sívori sobre el trabajo diario.
“Un detalle divertido es que cuando viajamos por el país y nos reciben de maravilla, los hoteles están acostumbrados a los equipos de fútbol. Entonces no están preparados a las cantidades que comen los chicos. Y ves los físicos magros y bien definidos de los jugadores y capaz ni imaginás la cantidad que comen. Lo que da risa es cómo tenemos que estar corriendo para reponer la comida. Capaz ponés un rechaud y dos segundas líneas te lo vacían. Ya tenés que salir corriendo a recargar. Cuando ven realmente los platos, ahí se da una escena cómica en las concentraciones”, concluyó el nutricionista.
Los Pumas irán por la recuperación tras la caída en el debut frente a Inglaterra este viernes 22 de septiembre contra Samoa en el Stade Geoffroy Guichard desde las 12.45 (hora de Argentina). La tercera fecha será ante Chile el sábado 30 del mismo mes a las 10 en el Stade de la Beaujoire de Nantes y Argentina cerrará la participación en la fase de grupos contra Japón el viernes 8 de octubre 10 a las 8 en el mismo recinto que contra los Cóndores.
Fuente: InfoBae